El centro de Londres se ha convertido en una multitud de acequias y andamios preparándose a marchas forzadas para los Juegos Olímpicos de 2012. En medio de este entorno de vallas y obras se alza imponente la Tate Modern. Dentro la actividad también es frenética. El centro tiene en marcha cuatro exposiciones: Gabriel Orozco, Ai Wei Wei, la política Out of Pla, y a partir de hoy The ladder of escape, la gran retrospectiva sobre Joan Miró. «La Tate me recuerda el Centro Pompidou de finales de los años setenta con tantos visitantes arriba y abajo», recordaba Magdalena Aguiló, directora de la Fundación Pilar i Joan Miró.
Aguiló asistió el martes noche a la inauguración oficial de la exposición mironiana en la Tate Modern, que estrenaba director, Chris Dercon. El centro de arte contemporáneo apuesta por la universalidad del artista catalán y presenta la exposición con un fuerte despliegue publicitario: Banderolas, vallas en las estaciones de metro e incluso carteles en los autobuses la anuncian.
La presentación oficial de The ladder of escape fue muy concurrida. El hall del cuarto piso de la Tate estaba lleno de invitados que no se perdían detalle mientras los comisarios de la muestra, Matthew Gale y Marko Daniel, les saludaban, y Dercon conversaba con el conseller catalán de Cultura, Ferran Mascarell, y el de Presidencia del Govern, Albert Moragues.
También muy entusiasmado con la exposición se mostró el director de la Oficina Española de Turismo en Londres, Ignacio Vasallo, que no se quiso perderse la cita. Así como el nieto de Miró, Joan Punyet, quien conversaba con el compositor francés Alexander Desplat. Esta inauguración ha sido una de las más concurridas de los últimos tiempos en la Tate, se comentaba. Poco después llegó la hora de la cena, más íntima. Contó con la esposa y la hija de Jacques Dupin, el experto en la obra de Miró; el pianista Alain Planes; el director de la Tate Gallery, Nicholas Serota , y el ex director de la Tate Modern, Vicent Todolí, máximo instigador de esta muestra, quien dio las primeras pinceladas de este Miró político.