La recuperación de la memoria de los internos que habitaron en la antigua prisión de Palma a través de expresiones artísticas ha sido el objetivo del taller Tiempo muerto. Sección abierta , que han realizado siete presos que se encuentran en régimen abierto. Esta actividad se complementa con la exposición Projecte per a presó abandonada , de las artistas Patricia Gómez y María José González, que desde enero se puede ver en la Fundació Pilar i Joan Miró, espacio en el que arrancará mañana, a las 11.30, una visita guiada que recorrerá ambos enclaves.
«Han confiado en nosotros y eso nos ayuda mucho», confiesa Raúl Morote, unos de los internos que han participado en el proyecto, quienes han dado forma a piezas como una instalación de almohadas, con pensamientos en forma de oraciones; un compendio de cartas que no se llegaron a enviar; una vitrina con frascos con olores que «se llegan a borrar de la memoria», indica otro interno, Tomás Trigo; encuadernaciones realizadas con sábanas; grafittis , murales y telas con dibujos, entre otras propuestas, con las que los presos «estamos muy orgullosos», señala Ubiña Pisa. «Al principio pensábamos que no seríamos capaces de hacerlo, pero, poco a poco, hemos cogido confianza», comenta Trigo entre risas.
Manuel Avilés, director de la prisión, asegura que «para los que digan que a la cárcel se viene a sufrir, con esto demostramos que también puede ser un espacio para la cultura».
Además de la visita guiada, el resultado de este taller se podrá visitar en la antigua prisión a partir de las 13.00.