Fumando sin parar, vestidos de oscuro y cabizbajos, los 'aristócratas' del flamenco rindieron honores a Enrique Morente, su maestro «más derecho» y «decente», cuya capilla ardiente estuvo ayer instalada en la SGAE, en Madrid, para permitir a su «segunda patria» despedirse de él antes de ser traslado hoy a Granada, donde será enterrado a media tarde.
El cuerpo de Morente, al que por la mañana se le había practicado la autopsia, fue recibido con aplausos y despedido, en un interminable cortejo, por la «aristocracia» del flamenco, entre otros Paco de Lucía y su hermano Pepe, Miguel Poveda, José Mercé, Arcángel, Tomatito, Pitingo, Antonio Carmona, además de Carlos Saura, Pedro Almodóvar, Alejandro Sanz, Javier Limón o la ministra de Cultura, Àngeles González-Sinde, entre otros muchos, junto a cientos de vecinos de Madrid, que le dedicará una calle.
El artista, que, según informó ayer la Clínica La Luz, padecía «un cáncer de esófago de 4,5 centímetros, localizado en el tercio medio, con metástasis linfáticas», será enterrado en el cementerio de San José y la capilla ardiente se instalará esta mañana en el Teatro Isabel la Católica. Según la familia, que ha presentado una denuncia ante los juzgados por presunta negligencia médica, el cantaor fue operado de una úlcera en la citada clínica madrileña.
«Estamos hechos polvo todos. No sólo se nos ha ido un artista genial sino, sobre todo, una de las personas más derechas y decentes que ha habido nunca en el flamenco. Le queríamos todos como a un familiar», dijo Paco de Lucía.