Desde hoy, y hasta el próximo domingo día 22, la Isla celebra la semana de la Dormición de la Virgen, la fiesta de la Mare de Déu d'Agost que, poco a poco, va recuperando el esplendor perdido y a la que, este año, se han apuntado más parroquias de la Part Forana. Su difusión cuenta con el apoyo del Departamento de Patrimoni del Consell de Mallorca, la Regiduria de Cultura de Cort y entidades privadas como ARCA y la Fundació Amics del Patrimoni.
La significación religiosa del 15 de agosto se hace palpable a través de los llits que se instalan en las iglesias. Se trata de montajes que representan la muerte y la entrada en el Cielo de la Virgen. Son imágenes que, generalmente, no suelen estar expuestas al culto, por tanto, sólo pueden apreciarse durante esta semana. Para la promoción de esta celebración, se ha creado una página web, www.assumpciodelamarededeu.net , y editado un folleto donde se ha volcado toda la información respecto a las parroquias y conventos en que se exponen los llits o tálamos y los horarios de visita.
Las noticias más antiguas de la celebración son de la mitad del siglo XV, cuando se documenta la imagen existente en la Catedral . La bella escultura de estilo gótico se ve ensalzada por un lecho y un palio sostenido por ángeles de tamaño natural -recientemente restaurados- de factura barroca. El tálamo se sitúa sobre un cadalso escalonado en medio de la nave, custodiado por ángeles y decorado con plantas tan singulares como la albahaca o los bellveures . La tela del palio es de seda con bordados y abalorios de oro. El llit de la Seu siempre ha sido modelo para el resto de iglesias.
Las imágenes y los llits del monasterio de la Concepción y de la parroquia de Santa Eulalia , en Palma, son un buen ejemplo de la difusión del modelo que triunfó entre los siglos XVI y XVII, momento de gran efervescencia de la celebración. Ambas imágenes responden al patrón de vírgenes yacentes vestidas con túnica, manto, toca y cíngulo. Son esculturas en madera policromada. Lo mismo se podría comentar de la de la Santa Creu . En este caso, destaca de forma especial la llamativa corona de plata enriquecida con pedrería, sin duda, reflejo de la riqueza de esta parroquia y de sus benefactores. En la basílica de Sant Francesc, después de 50 años sin usarlos, han recuperado el palio y la escalera, que da una visión más elegante al conjunto, que han bordado en lama de plata en el convento de las caputxies bajo la dirección de sor Inmaculada. En el lecho de la Virgen, documentado del escultor Jamue Llull, datado en el siglo XVI,