Música en vivo, mercado de productos artesanales, conferencias sobre medio ambiente, talleres infantiles, conciertos, y todo ello regado con un espíritu ecologista. Este fue ayer el escenario de Idea Deià desde las primeras horas de la tarde hasta altas horas de la madrugada, todo en un intento de recuperar los años dorados de esta pequeña población de la Serra de Tramuntana.
Entre los promotores de la iniciativa se encuentra la tercera generación de aquellos que exportaron el nombre de Deià a toda Europa, y convirtieron esta población en lugar de encuentro para artistas, escritores y gente del mundo de la cultura que acudía allí huyendo del ajetreo de las grandes ciudades para encontrar un oasis de paz en medio del Mediterráneo. Por eso, ahora que Deià se ha convertido en un lugar con gran atractivo turístico, los descendientes de esos artistas, como el nieto del escritor Robert Graves, Lewelyn Graves, han intentado recuperar algo de aquel espíritu hippie y bohemio que se vivió hace unas décadas.
Así, en el anfiteatro Joan Mas, una veintena de artistas exponían sus obras mientras algunos DJ pinchaban música electrónica. En el mismo sitio se podía encontrar un rincón para que los más pequeños dieran rienda suelta a su creatividad, así como muebles hechos con troncos encontrados en la playa o copas fabricadas a partir de botellas de cerveza.
Por otra parte, el mercadillo ofrecía desde productos artesanales y ecológicos hasta una mesa para firmar a favor de la declaración de la Serra de Tramuntana como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Estaba previsto que la fiesta finalizara con música a altas horas de la madrugada en el escenario Robert Graves.