«Cuando tienes una carrera larga, no cuentas con los medios, ni las modas ni el físico. Después de tantos años, el único responsable de tu éxito es el público. Así que nuestro deber es hacerlo disfrutar», dice Àlvaro Urquijo. La banda que lidera, Los Secretos, regresa hoy a Mallorca para ofrecer un concierto, a las 21.30 horas en la Sala Assaig.
El grupo aún no ha abandonado la gira de celebración de sus 30 años en la música, que debía culminar, teóricamente, hace más de un año con su primera actuación en Las Ventas. Esto, de momento, retrasa la publicación de material. Pero canciones no les faltan, y ellos no escatiman los hits en sus actuaciones. «He visto a Van Morrison tres veces y no ha tocado ni el 10 por ciento de las canciones que quieres escuchar. No se puede hacer esto al público», se lamenta Urquijo.
Al contrario de lo que pudiera parecer, según Los Secretos el ingrediente que garantiza la longetividad de un grupo «no es el éxito, que normalmente los deshace. El dinero te lleva al vértigo y al individualismo». Por lo tanto, lo mejor es «ni arrasar ni tener muchas ventas». Además, Urquijo recuerda que el grupo ha tenido que «ponerse el mono de trabajo y reiniciarse, comenzar de cero», en varias ocasiones, tras el fallecimiento de varios miembros de la banda, como su hermano Enrique. «La gente ha captado que no vamos de nada; que hemos tenido que trabajar y no se nos ha subido a la cabeza».
A pesar de todo, las canciones se han impuesto. Ellas son «la llave hacia el público. Han atravesado generaciones, sin contaminación mediática ni mercantilista». Tanto es así que, concierto tras concierto, se sorprenden de la juventud de algunos de sus seguidores. Tan jóvenes como ellos, hace treinta años: «Entonces éramos pioneros que nos la jugábamos. A tocar y a ver si nos pagaban». Pasado el tiempo, una sola queja: «En este país, a veces tienes que cumplir muchos años para que sepan que existes».