Argentino ahora afincado en Barcelona, Sergio Makaroff escribió alguno de los temas más emblemáticos de la formación hispano-argentina Tequila. Gracias a sus conexiones de alto nivel, el bonaerense inicia una sólida, aunque poco fructífera trayectoria profesional, hoy completada por seis entregas discográficas. El Teatre Municipal de Muro acogerá hoy a las 22.30 horas un recital del cantautor.
En sus largas temporadas de inactividad musical, el artista ha compuesto para otros, escrito en numerosos medios y colaborado con diferentes plataformas televisivas. Makaroff es un orfebre de la canción y un intérprete apasionado de sus composiciones, que se maneja de forma brillante a la hora de conducir estribillos, gracias a una habilidad para encajar las rimas a la melodía.
El músico, que se confiesa «el mismo soñador que se queda con la mirada perdida sobre un cristal bañado por la lluvia», acompañó a Andrés Calamaro en una gira que les llevó a la capital argentina, algo que para Makaroff supuso «el regreso del hijo pródigo, aquellos conciertos en la Avenida Corrientes, por la que yo solía vagar trasnochado antes de emigrar a Europa, me reportaron el ser profeta en mi propia tierra».
El artista define como «un milagro de amor, una epifanía psicodélica, una apoteosis multicolor» el nexo comunicativo que se establece con su público y, preguntado por sus fuentes de inspiración, Makaroff apunta que la encuentra «desde en un solista de la Sinfónica de Zagreb hasta un niño con cuatro latas abolladas en Haití, cualquier acto mágico me puede influenciar». El Teatro de Muro se llenará con las melodías de ese soñador.