Acercar el arte a la gente con la excusa de las copas es el propósito que persigue el Art i Copes, «una movida lúdico-artística que impulsó el pintor pobler Ferran Pizà hace dos años», en palabras de la directora del Museu de Can Planes, Aina Aguiló, y que el pasado viernes celebró con éxito su tercera edición.
Precisamente, el Museude Can Planes, que ofrecía una exposición conjunta a cargo de siete reconocidos artistas, fue el punto de partida del recorrido que realizaron las autoridades con la presidenta del Consell de Mallorca, Francina Armengol, al frente.
En su tercera edición, los diecinueve artistas que participaron en el Art i Copes expusieron sus obras en diez espacios distintos -cuatro bares, dos casas particulares y cuatro espacios públicos municipales-. La idea es que los espectadores se acerquen al arte distendidamente, tomando alguna copa entre una y otra muestra.
La directora del Museu de Can Planes, que organiza por primera vez el certamen -Ferran Pizà se ha tomado «un año sabático»-, se mostró «satisfecha» por la buena afluencia de público. Aguiló anunció que esta exposición conjunta a cargo de Josep Maria Alaminos, Jorge Azri, Guillem Crespí, Sarit Litchenstein, Xavier Llull, Toni Mandilego y Velcha Velchev comenzará un itinerario que la llevará a varias ciudades de la península, a Berlín y, probablemente, a Nueva York.
A medianoche, un concierto a cargo de una banda local en el bar La Penya Artística puso punto y final al Art i Copes.