Hasta finales de 2008 el sector editorial consiguió capear la crisis, pero este año ya ha sido otra cosa. La editoriales baleares han percibido el descenso en las ventas "que afecta a todo el Estado" y han comenzado a tomar medidas.
Lleonard Muntaner, propietario de la editorial que lleva su nombre, apuesta por dos cambios: reducción de títulos y reducción de las tiradas. Según explica, en 2008 editaron «entre 60 y 70 novedades», una cifra que ahora se reducirá en torno al 15%. «No hay que llenar almacenes», sentencia. Muntaner recuerda que no dejan de lado la «poesía y los autores que comienzan, tanto novelistas como poetas e historiadores. Son libros que no se venden tanto, pero son necesarios. Nuestra óptica no es comercial, porque si lo fuera publicaríamos dos libros al año. Seguiremos con las mismas deseconomías, pero con más precaución».
«En 2008 vendimos un 40% menos que en 2007, y este año será entre un 40 y un 50% menos que el año pasado. Hay que ser prudente y verlas venir», explica Miquel Font. «La gente ha dejado de ser receptiva, y no hay que inundar el mercado de productos que pasarían desapercibidas». Así, Font se decanta por libros «más útiles, más económicos y que aporten más. No hay que hacer experimentos». Con todo, económicamente las cuentas salen igual porque «se vende menos, pero editamos menos». Además, su editorial trabaja igual que siempre, dejando publicaciones listas para más adelante.
Desde la Editorial Moll, Francesc Moll advierte que «es lógico que si hay recesión debamos ser prudentes», con lo que anuncia una «bajada serena» en el volumen de publicaciones: «Normalmente editamos 30 novedades y entre 20 y 30 reediciones al año. Este 2009 vamos a tener 20 novedades y 20 reediciones como máximo», afirma. La bajada en cuanto a nuevos títulos es, por lo tanto, del 33%. La empresa, que afirma no haber perdido ventas respecto al año pasado, prevé una «ligera disminución» y apuesta por mantener las colecciones básicas y, sin bajar la calidad, no olvidar el rendimiento económico.
Gracià Sánchez, de El Gall, constata que «desde Sant Jordi las ventas han bajado». Si la editorial publicó una treintena de títulos en 2008, este año habrá «seis o siete que no saldrán», aunque las tiradas se mantendrán porque «reducirlas no abarata costes. Lo único que lo hace es no publicar títulos», afirma. Los géneros que tenían más novedades previstas "novela y poesía" son los más afectados, mientras que poesía, teatro y ensayo mantienen las cifras habituales, inferiores. Los libros que no salen son «aplazados, y esperemos que puedan salir el año próximo».
Ensiola, una editorial que habitualmente «no lleva un ritmo frenético, sino acompasado», cree que «no necesitará revisarlo por esta crisis actual», explica Guillem Frontera. Así, mantendrán las cifras de años anteriores (entre 12 y 15 títulos, sumando novedades y reediciones), ya que «no olvidamos el aspecto comercial, pero priorizamos la calidad y el servicio a la cultura».
Con todo, Frontera admite que «el margen para reducir el número de publicaciones sin perjudicar a la cultura es amplio». Sobre el support genèric, con el que el Govern balear 'subvenciona' la publicación en catalán, opina que «debería ser severamente reconsiderado, porque es más una ayuda a la industria gráfica que a las editoriales. No hay que ayudar a publicar ciertos libros, y las editoriales son menos atentas si tienen esta ayuda».
Miquel Céspedes explica que entre El far de les crestes e Hiperdimensional Edicions publicaron el año pasado una docena de títulos, pero que «con la bajada de ventas no es tan fácil decidirse a editar».