La iglesia del Puig de Missa, en Santa Eulària, fue ayer el escenario para la despedida del escultor británico nacionalizado irlandés Barry Flanagan (Prestatyn, Gales, 1941), fallecido el pasado día 31 de agosto en la Policlínica Nuestra Señora del Rosario después de una larga enfermedad.
Al acto de homenaje, presidido por una fotografía del artista, (su cuerpo ha sido incinerado y está en posesión de su familia), acudieron sus hijos y ex esposas, además de multitud de amigos, conocidos y admiradores, que llenaron completamente el templo.
Fue una ceremonia sencilla, a medio camino entre lo religioso y lo laico, en la que, incluso, se pudo oír su voz en el recitado del poema de Sex W. Johnston Mantra of the Awoken Powers (Mantra de los Poderes Despertados), grabado con música de Hugh Cornwell en 1998, además de un breve recordatorio de su vida y su obra por parte del director del Museo Irlandés de Arte Moderno, Enrique Juncosa. Precisamente este museo fue el último que realizó en 2006 una última gran exposición retrospectiva del escultor. En el elogio de su figura, Juncosa recordó «la gran generosidad» que había mostrado Flanagan hacia la Eivissa, a la que había donado dos obras.
La hija del artista fallecido, Flan Flanagan, leyó un intenso texto titulado Concerning The Surface of Goad (Relativo a la Superficie de Dios), de Alfred Jarry, de contenido religioso.
Entre los asistentes tambien estuvieron los artistas Miquel Barceló, quien dijo: «Lo voy a echar mucho de menos», y Susy Gómez o la esposa del pintor Erwin Bechtold, Cristina Bechtold.