Esta no será su primera visita a la Isla y, viendo lo rápido que se vendieron las entradas para su concierto, tampoco será la última. Diego el Cigala actuará esta noche a las 22.00 horas en Festival de Pollença, con un recital donde volverá a lucir su visión poco ortodoxa del flamenco. Con las entradas agotadas desde hace días, el cantaor repasará los éxitos de sus tres últimos discos.
Las canciones de Lágrimas negras, Picasso en mis ojos y Dos lágrimas se unirán en un recital dónde la voz de Diego Ramón Jiménez Salazar (Madrid, 1968) estará acompañada de guitarra, contrabajo, percusión y piano. El artista siempre se ha declarado partidario de no quedarse anclado en el «cante de toda la vida» y ha apostado por unir diferentes estilos y sonidos. «Estoy con la mente siempre abierta a todo lo que me rodea. Eso sí, siempre y cuando el flamenco no pierda su pureza», señala. Prueba de ello son sus colaboraciones con Salif Feita "icono de la música africana", los músicos de jazz latino de Calle 54, de David Trueba, o Bebo Valdés. Incluso confiesa su deseo de grabar un disco con una orquesta sinfónica.
Dos lágrimas, editado el año pasado, revisa tangos, coplas y boleros tan conocidos como Dos gardenias o Maria de la O. El disco "que cuando salió se podía comprar por menos de 10 euros junto con un periódico y se puede escuchar íntegramente en la web del cantante" «está hecho siguiendo mis gustos, recordando a los que hicieron que me sienta tal como soy». En el caso de Picasso en mis ojos, quiso homenajear a «una persona muy especial a la que le gustaba mucho el flamenco». Según explica, el malagueño, igual que él mismo, «necesitaba que le pasaran cosas para poder pintar.