Las reacciones como consecuencia de las destrozos en el material necesario para la rehabilitación del Castell d'Alaró no se han hecho esperar. El jefe de la brigada del Departament de Cultura i Patimoni del Consell de Mallorca, Gonzalo Valencia, se personó ayer en las dependencias de la Guardia Civil de Binissalem para formalizar la denuncia de los actos vandálicos que se produjeron el pasado 30 de junio. En la denuncia, Valencia manifestó que sospecha que «el responsable de las destrozas es Lorenzo Ordinas, con quien el Consell tiene una disputa sobre la titularidad del Castell». Los hechos que llevan a Valencia a manifestar dichas acusaciones son «las reiteradas ocasiones en que el Consell ha tenido problemas con él y la presencia, según algunos vecinos de la zona, del señor Ordinas en el Castell el día de los hechos».
Miquel Àngel Ordinas, hijo de Lorenzo Ordinas, al enterarse de las sospechas de Gonzalo Valencia, negó rotundamente la participación de su padre o de su familia en los actos vandálicos ocurridos en el Castell. Advirtió a Valencia que «si se acusa a mi padre o mi familia de tales hechos, éste tendrá que asumir las consecuencias a sus palabras, y nos veremos en los tribunales». Según Ordinas «hace años que denunciamos que en el Castell existe vandalismo, pero aún estamos esperando que la policía o el Estado nos hagan caso. Desde siempre ha habido acampadas, fuegos, talas de árboles y escaladas al Puig totalmente ilegales, y nadie nos ha hecho caso. Ahora cuatro sacos aparecen agujereados y parece que el mundo se acaba». Desde el Ajuntament d'Alaró no se ha querido apuntar a ningún culpable, pero no han negado las desavenencias con la familia Ordinas.