JOSE SEVILLA x MADRID
«Para mí eres un ejemplo». «Es un sueño estar al lado de uno de los más grandes». David Bisbal y Dani Martín, vocalista de El Canto del Loco, agradecieron así sendos duetos que protagonizaron el pasado viernes, en la plaza de toros de Las Ventas de Madrid, junto a Raphael, quien celebró sus 50 años de carrera ante más de 7.000 personas.
El concierto fue un calco al que ofrecerá el 8 de agosto en el Palma Arena. En el velódromo, 5.000 personas, 500 de ellas VIP, podrán verle actuar junto a su hijo Manuel Martos, con quien interpretó El cielo puede esperar, y al propio Bisbal, con el que cantó, Escándalo. El más popular de sus temas llegó casi al final de 50 canciones y tres horas de música y fue el más festejado por un público entregado desde un principio al genio de Linares, todo casta, fuerza, interpretación y voz. «Ojalá algún día yo pueda llegar a cumplir 50 años en los escenarios», le dijo Bisbal.
Mientras, el público, la mayoría en los cuarenta, coreaba Oé, oé, oé? tras verle con Miguel Bosé interpretando Morir de amor, o con Alaska No puedo quitar mis ojos de ti. Con Ana Torroja ofreció Hijo de la luna y con Ana Belén y Víctor Manuel, Quiero abrazarte tanto.
Muy sentido fue el dueto virtual que Raphael interpretó con Rocío Dúrcal, presente en las pantallas gigantes como si actuase en el mismo coso madrileño.
Para el concierto del Palma Arena, en el que las entradas cuestan entre 30 y 150 euros, se ha invitado a la Familia Real. El recital está organizado por Mallorca So, y en él interpretará también La fuerza del corazón, Como yo te amo, Volverte a ver y Morir de amor. Todo ello con un montaje espectacular, con un escenario de cuarenta metros cuadrados, pantallas LED de última generación, cuarenta focos móviles y más de 50.000 watios de sonido.
Todo lo necesario para que temas como Mi gran noche, En carne viva, Frente al espejo y Yo soy aquel provocaron el éxtasis de un público entregado para el que, como señalaron tres espectadoras, «lo mejor de él no son las canciones, sino cómo las siente y las interpreta». Estas tres amigas, Magnolia, Aida y Maribel, disfrutaron de la faceta actoral de Raphael, un habitual de Eivissa, que se ajustó el bombín como Sabina, se colgó la chaqueta diciendo «como hacen mis imitadores a los que jamás he cobrado una peseta de derechos», bailó con un pañuelo rojo a modo de muleta, y cantó a capela demostrando que sus 66 años son sólo una cifra más.