REUTERS/EP x LOS ANGELES
El segundo interrogatorio de la policía al médico que atendía a la estrella del pop Michael Jackson no dio ninguna información que pudiera sugerir que haya cometido un delito, publicó ayer Los Angeles Times.
The Times comentó que una fuente sin identificar próxima a la investigación policial dijo al periódico que el segundo interrogatorio al médico Conrad Murray no mostró ninguna «bandera roja» que indicara una actuación criminal o causa de la muerte.
«Los investigadores dicen que el médico no es sospechoso en absoluto, y que sigue siendo un testigo de esta tragedia», declaró una portavoz del bufete que representa a Murray en un comunicado emitido el sábado por la noche, tras el interrogatorio.
Murray, que iba en la ambulancia que llevó al cantante desde su casa al hospital después de que éste sufriera el jueves un paro cardiaco, ayudó a la a la policía a «identificar las circunstancias alrededor de la muerte (...) y aclarar algunas inconsistencias», según la firma legal Stradely, Chernoff & Alford. El segundo encuentro entre la policía y Murray, que tiene oficinas en Houston y Las Vegas, duró tres horas.
El domingo, un asesor de la Casa Blanca, David Axelrod, dijo al programa de la NBC Meet the Press que el presidente Barack Obama envió una carta a la familia Jackson enviándole sus condolencias.
El sábado, el padre del cantante pidió a los fans que no se desesperaran, porque Jackson «seguirá viviendo en todos y cada uno de ustedes».
La familia ordenó una segunda autopsia aparte de la oficial, llevada a cabo el viernes, en medio de noticias sobre su dependencia de fármacos con prescripción.
La página en Internet TMZ.com, que dio la primicia de la muerte, informó que en la tarde del sábado se hizo una segunda autopsia en un lugar no revelado de Los Angeles por órdenes de la familia de Jackson.
Jackson murió inesperadamente en un hospital de Los Angeles el jueves, y desde entonces, el misterio ha rodeado su muerte. Las dudas se centran en qué es lo que le produjo el paro cardiaco. Jackson, de 50 años, llevaba años sin actuar, pero estaba ensayando para su regreso mediante una serie de conciertos cuyas entradas se habían agotado y que tendrían lugar en Londres a partir de julio. Se había dicho que Jackson estaba bien y que pasó unas pruebas médicas antes de comenzar a ensayar.
Pero, según algunos medios, recibió una inyección del calmante narcótico Demerol antes de sufrir el paro cardiaco, y Murray estaba practicándole maniobras de resucitación cuando llegaron los paramédicos.
La autopsia oficial no determinó cuál fue la causa de la muerte, en espera de las pruebas toxicológicas que podrían tardar varios días y que podrían
Supuestamente, la familia del artista habría enviado furgonetas para vaciar la casa de su hijo en el acomodado vecindario de Holmby Hills, preocupado por si roban algunos artículos. La hermana menor del cantante, Janet, pasó varias horas en la propiedad. Los padres y hermanos de Jackson y los tres niños pequeños se mantenían alejados de las cámaras en una propiedad de la familia en el suburbio de Encino, en Los Angeles, mientras seguidores del músico se reúnen a las afueras de sus murallas.
El cuerpo de Jackson se mantiene en una morgue no revelada, después de que el forense lo devolviera a la familia en la tarde del viernes (madrugada del sábado en España). No se han anunciado los planes de su funeral.
Por otra parte, más de mil seguidores de Michael Jackson se reunieron ayer bajo la parisina Torre Eiffel para rendirle homenaje y en Madrid la cita de sus fans para ayer era en la estación de Atocha.