Cuatro escenarios distribuidos por el casco antiguo de Pollença y treinta y cinco músicos con un objetivo común, el de acercar a los recién llegados la cultura catalana a través de la música y promocionar la creatividad de los músicos locales .
Pasaban pocos minutos de las cinco de la tarde cuando el sonido de los xeremiers daba paso a la X Trobada de músics per la llengua. Música tradicional, música infantil, rock, reagge... un repaso por los principales estilos musicales con un requisito común, el catalán como lengua vehicular.
Menos concurrido que en ediciones anteriores probablemente al coincidir con las fiestas de Sant Pere, el encuentro fue ganando protagonismo a medida que avanzaba la noche. No en vano el programa de actuaciones se prolongó hasta la madrugada, 35 grupos con intervenciones cada treinta minutos rotando de escenario en escenario en un intento por generar un mayor movimiento de público.
Música próxima, con algunos artistas como Guillem Sansó entremezclándose con el público, de tú a tú, improvisados bailes a pie de escenario, especialmente los que desató Música Nostra, sonrisas infantiles, de la mano de Agustí Baró...
Música Nostra, Es reboster, No diguis dois, Oliva trencada, Dj Kat, Herbes Dolces, L'Atelier, Reis, Pere o Inventari, son solo algunos de los nombres que integraban el cartel con actuaciones de músicos procedentes de Mallorca, Menorca y Eivissa. «Grupos muy diferentes que trabajan en la dirección de una misma lengua», explicó Antoni Nicolau, presidente de Músics per la Llengua.