La Fira del Llibre, que comienza el 29 de mayo en el Passeig del Born, tampoco ha conseguido librarse este año de las críticas de algunos comercios de la zona. La Asociación de Comerciantes del Born difundió ayer un comunicado a través de Pimeco en el que califica de «despropósito» el proceso de montaje de los expositores.
Los comerciantes critican que las tareas empezaran once días antes de la inauguración del evento, batiendo así «récords de ineficacia» y convirtiendo el paseo en «intransitable y perjudicando la actividad comercial». Según el texto, se ha «olvidado por completo los intereses de los comercios estables», y critican la distribución de las paradetes, que «dan la espalda a las tiendas y no se crea ninguna sinergia positiva». Además, cargan contra Fires i Congressos, entidad a la que recriminan «hacer caso omiso de las preocupaciones manifestadas y las propuestas formuladas».
Toni Martorell, director de Fires i Congressos, se mostró ayer sorprendido por las quejas, ya que «se ha repetido la disposición de la edición anterior», que supuso la vuelta al Born después de dos intentos fallidos de probar ubicaciones alternativas. «Suponíamos que el acuerdo y consenso del año pasado se mantenía». Martorell confirmó que hace pocos días recibió la visita de Carolina Domingo, en calidad de presidenta de la citada asociación, quien le expuso sus quejas. Tras comentarlas con el Gremi de Llibreters y Cort, y constatar que ya no era posible cambiar nada, acordó con Domingo reunirse tras la Fira. Según Martorell, la respuesta de ella fue «cordial».
Fires i Congressos confirma que el montaje se comenzó «un poquito antes» de lo habitual, para «aprovechar el desmontaje de la Fira Nàutica, que se hacía a 100 metros». A pesar de aumentar el número de libreros participantes, sólo habría «una o dos» casetas más que en 2008. Éstos se han dispuesto de nuevo en forma de croissant, precisamente para satisfacer a los comerciantes al facilitar el tránsito de peatones. La polémica es «personalista», sentencia Martorell.
El presidente del Gremi de Llibreters, Francesc Moll, coincidió en que «esto es cosa de uno o dos comerciantes que tiran del resto», y se mostró resignado ante su «queja anual». Moll considera que empezar a montar «dos o tres días antes de lo necesario perjudica la imagen», pero apunta que la Fira es una «ventaja enorme para las tiendas, ya que atrae a miles de personas que no suelen acercarse al Born».