El órgano de la basílica de Sant Francesc de Palma sonará la semana que viene con el talento de cinco reconocidos organistas europeos. Será durante la II Setmana Internacional d'Orgue, que empieza el lunes 25 y termina el viernes 29. Este año la propuesta, organizada por la Fundació ACA, también servirá de homenaje a Antoni Martorell, fallecido en febrero.
Todos los conciertos son gratuitos, y cada uno de ellos estará protagonizado por un organista. Tendrán lugar a las 20.30 horas y una pantalla gigante permitirá seguir más de cerca la actuación de los artistas. Todos incluirán en su repertorio una pieza compuesta por Martorell, que se combinarán con partituras de compositores internacionales. Además, antes de la actuación del día 25 la soprano Margalida Arbona, directora de los Nins Cantors de Sant Francesc, interpretará un Ave María de Martorell.
Como novedad, entre los cinco organistas de esta edición hay dominio del sexo femenino, con una ventaja de 3 a 2. «Nunca había pasado en un festival de órgano en Mallorca. Sobrepasamos la paridad», bromeó ayer Arnau Reynés, miembro de Amics de l'Orgue y organizador.
Entre los participantes destaca Gillian Weir, la organista «más conocida de Inglaterra», reconocida como dama del Imperio Británico en 1996. Actuará en el último de los conciertos, el viernes. La primera en hacer sonar el órgano de Sant Francesc será la austríaca Elisabeth Ullmann, directora del Festival de Zwett. El martes será el turno de la rusa Liudmila Matsyra, responsable del certamen de la catedral de Alcalá de Henares. El polaco Andrzej Chorosinsky tocará el miércoles, y el jueves lo hará el belga Johann Hermans, fundador del festival de Hasselt.
La actual Setmana Internacional d'Orgue es la continuación de la que se organizó en Santa Eulàlia durante tres décadas, y que finalizó debido a las malas condiciones del instrumento de esa iglesia. En este sentido, Reynés aprovechó ayer para reivindicar la conservación de los órganos como «parte del patrimonio. Aquí la mitad de los que tenemos són 'mudos' porque necesitan repararse».