En el año 1932, el reputado arquitecto Le Corbusier estuvo en Mallorca durante tres días. Según el arquitecto Josep Quetglas, fue una visita «corta pero intensa» que ahora protagoniza una exposición y cinco conferencias en el Col·legi Oficial d'Arquitectes de les Illes Balears (COAIB).
Le Corbusier vino a la Isla para proponer un proyecto de reforma del Hotel Formentor, que finalmente no se concretó. En la muestra, que se inaugura hoy, se puede revivir su estancia mallorquina a través de esbozos y notas de sus libretas, y de las cartas que mandó a su madre contando lo sucedido. Entre las imágenes reproducidas se encuentran dibujos de escaleras y puertas de Ciutat que habrían inspirado las puertas giratorias que diseñó después. También esbozó casas de Formentor, vistas del litoral e ideas para una monumental reforma del hotel, que pretendía unir la playa con la isla situada enfrente. Además de una conferencia que acompañará la inauguración, otras cuatro charlas tendrán lugar el próximo jueves.
Recuperación
Una de las piezas que más habrían impactado a Le Corbusier durante su visita fue un tornavoz diseñado por Gaudí, que estaba colocado sobre el púlpito del Evangelio en la Seu. El arquitecto suizo lo habría utilizado como inspiración para el Monumento de la Mano Abierta, en la India. El diseño de Gaudí no llegó a construirse con materiales nobles, y fue retirado hace décadas.
Según explicó ayer Federico Climent, presidente de la demarcación mallorquina del COAIB, se ha propuesto al Bisbat colocar temporalmente una reproducción del tornavoz en su ubicación original. El arquitecto Elias Torres, profesor en la Escola d'Arquitectura de Barcelona, ha realizado con sus alumnos el proyecto para construir la maqueta. Climent señaló que hay «buena disposición» del Bisbat y de la Conselleria d'Habitatge, que se haría cargo de parte del coste.