«Yo estaba en un hotel tomando café y, cuando miré a la escalera, vi bajar a un hombre pequeño y muy contento. La primera pregunta que le hice fue: '¿Qué inspira tu trabajo?' Miró, que no era muy hablador, me contestó: «El vacío, el silencio y la noche». Así recordaba ayer el escritor y artista Yvon Taillandier su primer encuentro con el genial pintor. Fueron unas «tres horas» de conversación de las que nacieron la entrevista, presentada como un monólogo, Je travaille comme un jardinier. Este texto, que cumple 50 años, «es esencial para comprender el pensamiento de Miró», aseguró ayer Magdalena Aguiló, directora de la fundación que lleva el nombre del artista.
El texto de Taillandier, imprescindible para los especialistas, sirve ahora de hilo conductor del documental Els rastres fosforescents dels cargols, que ayer preestrenó la Fundació Pilar i Joan Miró y que será retransmitido por Televisió de Mallorca (sábado 24, a las 22.00) y Canal 33 (miércoles 28, a las 23.10). La proyección del audiovisual se complementará hoy con un coloquio con Taillander, a las 19.30 horas, en la fundación, como parte del programa de la conmemoración del veinticinco aniversario de la muerte de Miró.
Esta producción de La Perifèrica «intenta ser fiel a la primera intención de traducir Je travaille comme un jardinier a imágenes y, al mismo tiempo, recoger un poco la época de Miró en torno a esta entrevista», explicó ayer su director, Cesc Mulet. En concreto, el período que recoge de la biografía del artista es el comprendido entre 1956 y 1961, «desde su traslado a Mallorca hasta que, tras un tiempo sin pintar, recupera toda su fuerza como pintor», añadió Mulet.
Las imágenes del documental, "entre las que hay tomas de los talleres Sert y Son Boter e instantáneas del pintor", van acompañadas de dos voces, una masculina, que lee el citado texto como si del pintor se tratase, y otra femenina, que introduce la información biográfica. A este material se suma una entrevista al propio Taillandier en su estudio parisino, en el que fue un feliz encuentro para Mulet. «Al estar escrito como un monólogo, al principio pensé que el texto era de Miró pero luego descubrí que era una entrevista de Taillander. Pensé que, si Miró estaba muerto, él también lo estaría pero, para mi sorpresa, estaba vivo», explicó el director, quien reconoció las dificultades que tuvo para mantener el documental «centrado» en Miró, ya que Taillander «merece» por sí mismo un documental.
Por su parte, Taillandier se mostró encantado de visitar, por primera vez, Mallorca y la fundación, donde recordó a Miró como «poeta, pintor y artista, pero, sobre todo, un amigo». Como un mayor que se resigna a dejar de ser niño, se mostró alegre y bromista, cantando incluso «visca Catalunya lliure» de forma espontánea y fuera de contexto.