El siglo XIX, el arte y el papel son los tres elementos que describen la exposición que se presentó ayer en el Casal Solleric, De Goya a Benlliure, una de las muestras monográficas de la serie El papel del Arte, que desarrolla el Museo de Bellas Artes de Bilbao con el objetivo de dar valor a estas obras, que no pueden exponerse de forma permanente por la sensibilidad del soporte a la luz, a la humedad y a la temperatura.
La exposición itinerante, que llega a Mallorca desde Sagunto y podrá verse hasta el 7 de septiembre, reúne un total de 74 obras, entre dibujos, grabados y acuarelas. Destacan las obras de Goya, pertenecientes a las series Los Caprichos, Los desastres de la guerra y La tauromaquia. Dada la grandes extensiones de éstas, el comisario explicó que en la muestra se exponen las primeras estampas de cada una.
De Goya a Benlliure recoge también un «álbum de recuerdo», con dedicatorias de los artistas.
La exposición presenta las obras del pintor zaragozano como punto de partida, ya que es el «gran rupturista con el siglo anterior», según el comisario, y Benlliure como límite con una obra de 1888. Novo explicó que en el XIX «no hay un límite temporal claro, sino estilístico».