Sentado en su mesa de trabajo, el dibujante aislado del mundo se enfrenta a un nuevo proyecto. El ilustrador, como un náufrago laboral, se amarra fuertemente a su balsa en busca de la costa, aquella que brinda oportunidades y les salva de la deriva.
Así, en Cada dibujante es una isla, jugando con la doble insularidad, siete ilustradores de Balears narran gráficamente su trayectoria profesional y vital. Àlex Fito, Canizales, Guillem March, Gabi Beltrán, Tomeu Seguí, Pere Joan y Max son los protagonistas de esta obra, coeditada por el Institut d'Estudis Baleàrics (IEB) y por Inrevés Edicions, que se presentará el 18 de abril en la 26 edición del Saló Internacional del Còmic de Barcelona, donde Balears es la Comunidad Autónoma invitada.
Esta novela gráfica, de género autobiográfico, es una obra inédita que el IEB tiene pensado difundir en otras ferias nacionales e internacionales de cómic como A Coruña, Gijón o Angoulême, según comentó el coordinador general del IEB, Toni Planas. De este modo, se dará a conocer el trabajo y los referentes del cómic y la ilustración de Balears.
Experimentales, conceptuales o costumbristas, las historias de estos autores son independientes, pero comparten conceptos y, en algunos casos, experiencias como las cenas de dibujantes o los trabajos en equipo. «Es un libro muy rico en anécdotas y experiencias, y gráficamente muy potente», afirmó el gerente de Inrevés, Sebastià Marí, quien añadió que «es interesante por la temática, los autores y el resultado». En la obra también se puede ver cómo se cruzan las vidas de estos dibujantes, cómo colaboran y se ayudan profesionalmente, pues como dice Max «los dibujantes formamos un sindicato fantasmal, pero solidario».
Siete historias
Cada dibujante es una isla presenta el lado más desconocido de nuestros ilustradores. La llegada de Max o Canizales a la Isla, el encuentro en Barcelona entre Pere Joan y Max, los inicios en la profesión de Gabi Beltrán, las travesías profesionales de algunos o los éxitos de otros, son sólo algunas de las muchas historias que se presentan en la libro editado en castellano y catalán. «Ya estamos pensando en la edición en inglés», reconoció Toni Planas, quien aclaró también que otros artistas, como Rafel Vaquer, no han podido participar en el libro por tener otros compromisos laborales.
Cada dibujante es una isla «ha sido muy bien acogido por los dibujantes», dijo Planas, algo que se puede comprobar en el resultado. «Lo más complicado o lo que más cuesta es ponerse y el planteamiento de cómo cuento yo mi vida», reconoció el dibujante Pere Joan.
Max, Premio Nacional de Cómic 2007, ha apostado en este proyecto por un estilo conceptual al igual que Àlex Fito o Pere Joan, quien explicó que en el libro algunos han experimentado más que otros, como es el caso de Canizales, quizá la apuesta más compleja. Por su parte, Tomeu Seguí o Gabi Beltrán han optado por un relato más biográfico, y Guillem March, más narrativo. El ejemplo más revelador de que cada dibujante es una isla.