Los 36 Premis Octubre de literatura en catalán se otorgaron el sábado durante una gala que tuvo lugar en el remodelado edificio del Siglo, en el centro de Valencia. El inmueble, conocido ahora como Octubre Centre de Cultura Contemporània, es la sede simbólica de un gran número de instituciones vinculadas a la cultura catalana.
El certamen dio sus premios tras una semana de mesas redondas y seminarios, centrados en la libertad de expresión, el 300 aniversario de la batalla de Almansa y la construcción de la memoria histórica.
Los barceloneses David Vilaseca y Octavi Egea ganaron el Premi Andròmina, dotado con 12000 euros, con L'aprenentatge de la soledat y el premio al mejor texto de teatro y 4000 euros por Lost Persons Area. El mexicano Carlos Guzmán logró el Joan Fuster y 6000 euros por Una geografía imaginària: Mèxic i la narrativa catalana de l'exili. Los Vicent Andrés Estellés de poesía y Ramon Barnils de periodismo quedaron desiertos.
La gala homenajeó al cantante Lluís Llach. La presentadora de Televisió de Catalunya, Mónica Terribas, condujo la entrega de premios justo en el momento en que se discute sobre si impedir la recepción de los canales catalanes en Valencia o posibilitar que cada autonomía reciba las emisoras de sus comunidades vecinas. «Tendrán que pasar por encima de nuestros cadáveres», exclamó Eliseu Climent, al definir la oposición contra el cierre de las emisiones. La consellera de Comercio, Industria y Energía de Balears, Francesca Vives, declaró que «me parece fantástico que haya habido representantes de todos los territorios de habla catalana». Vives estuvo acompañada por Pere Joan Martorell, director general de Cultura; Xico Tarrés, presidente del Consell de Eivissa, y Joan Lluís Torres, conseller de Cultura de Menorca.
David Vilaseca declaró que L'aprenentatge de la soledat «es una novela preocupada por la visión de nosotros mismos y de descubrimiento de una vocación». Por su parte, Octavi Egea comentó que «Lost Persons Area es una ficción basada en personajes y hechos reales». El catalán desveló que la historia «empieza cuando Truman Capote explica a Marilyn Monroe que la Paramount ha comprado los derechos de una película pero que no la quieren a ella en el papel protagonista».