L.MOYÀ
A pesar de ser una isla y, por tanto, estar estrechamente vinculada con el mar, Mallorca ha dejado muchas veces en el olvida la importancia de su patrimonio marítimo. Ahora, la investigación Els vaixells de pedra. L'arquitectura nàutica balear a través dels grafits murals (segles XIV-XVIII), realizada por Elvira González y Bernat Oliver, busca recuperar un patrimonio en muchas ocasiones olvidado basándose en los grafitis de embarcaciones que pueblan la Isla.
De los cerca de 200 grafitis que los arqueólogos documentaron, el libro recoge unos 165. La intención de los investigadores es que se cree un catálogo que los recoja porque «deben preservarse», según Bernat Oliver. Primero, «habría que fijarlos» y, después, habría que realizar una intervención directa sobre los dibujos a dos niveles: «La consolidación física y su estudio y posterior difusión». El análisis ha seguido dos líneas de investigación. Por una parte, se han estudiado «los grafitis murales», según Oliver, y, por otra, «la evolución histórica de las tipologías náuticas». Los resultados muestran «la cantidad de obras de este tipo documentadas», remontándose las más antiguas al siglo XIV, y su «calidad». «La persona que los realizó era plenamente consciente de lo que hacía». La mayoría se encuentra cerca de la orilla, aunque también han aparecido en lugares como Sineu. El Consolat de la Mar, sa Llonja, la Seu o el Castell de Bellver son algunos de los edificios históricos en los que se han hallado.
El volumen ha agrupado los dibujos por tipologías, creando un marco cronológico que permite ver la evolución en la construcción de los navíos y en los aparejos, «de los más rudimentarios a los más estilizados». La investigación ha demostrado «la cantidad de movimiento que había en el Mediterráneo». Y una lectura «entre líneas» deja entrever que las evoluciones técnicas tuvieron como objetivo «mejorar la competitividad». ¿Los grafitis permiten ver la tipología de los navíos? «Los detalles son, sobre todo, lo que permite apreciar de dónde proceden.
En su mayoría se trata de embarcaciones de guerra y destinadas al comercio». Normalmente, se desconoce el autor de los grafitis, «casi ninguno está firmado», pero sí se sabe que conocían el oficio de navegante.