MARIANA DÍAZ/EFE
«Estoy muy contento de que en un festival como el de Málaga una película atípica como Yo tenga cabida y consideración, lo que es mucho». Así de feliz se mostraba ayer por la mañana el cineasta mallorquín Rafa Cortés tras conocer que su primer largometraje, seleccionado para la sección oficial, había sido reconocido por el jurado del certamen con una mención especial por «su originalidad». Rodada en Mallorca hace justo un año y protagonizada por Alex Brendemülh, la película de Rafa Cortés ya fue galardonada el pasado mes con el premio de la crítica internacional, denominado Fipresci, en el Festival de Cine de Rotterdam (Holanda). Tanto este galardón como el reconocimiento del jurado malagueño suponen un excelente comienzo para el debut cinematográfico de este mallorquín en el largometraje. La película aún no ha llegado a los cines, pero Cortés confirmó ayer desde Málaga que lo hará pronto porque ya tiene distribuidor: «Puedo confirmar en un cien por cien que se distribuirá y en un doscientos por cien que habrá un estreno en Palma».
El cineasta explicó sobre su cine que no se indentifica con lo que denomina «directores dictadores», que imponen al público «lo que debe sentir». Su intención es que los espectadores sientan «en base a lo que les propongo». Cortés hacía estas declaraciones durante la última jornada del festival, un día lleno de emoción, ruedas de prensa y entrevistas, a pocas horas de la ceremonia de clausura. Un día sobre el que comentaba exultante al otro lado del móvil: «Hoy no soy dueño de mi tiempo», mientras se disculpaba por no poder continuar charlando. La película, que se presentó en la décima edición del Festival de Cine Español de Málaga el pasado miércoles 14, narra la historia de un alemán que llega a un pueblo de Mallorca y debe enfrentarse a una sospecha por algo que no ha hecho, sospecha que no se expresa abiertamente. El guión lo firman Cortés y Brendemühl y en el reparto hubo actores mallorquines.
Cortés explicó durante la presentación del filme que «creemos que el cine tiene muchas más posibilidades de las que normalmente nos ofrecen y hemos dejado cosas a la opinión del espectador, no hemos obrado como dictadores del cine, que es lo que más se estila cada vez». Alex Brendemühl, por su parte, habló de su faceta de coguionista junto a su amigo Cortés y apuntó que resultó «muy estimulante y un viaje vertiginoso empezar a escribir las primeras líneas de un guión porque el actor siempre se incorpora al proyecto cuando está muy gestado». El intérprete consideró que rodaron «una película honesta» y el director destacó la «libertad» con la que trabajaron.