JOAN CABOT
Al final va a resultar que lo mejor que hemos visto durante las fiestas de Sant Sebastià han sido Men, un grupo con una media de edad inferior a los veinte años pero que suena compacto y dinámico como si llevaran medio siglo haciendo lo mismo.
Rock de regusto clásico, puesto al día vía Backyard Babies sin renunciar a sus habituales versiones de AC/DC. El único defecto que se le puede sacar a Men es lo del solo de batería, que siempre es un anticlímax a no ser que te llames John Bonham o toques ante un auditorio de percusionistas onanistas. Y no era el caso.
En realidad, ante Men habría unas mil quinientas personas muertas de frío y sólo ellos consiguieron que el público se sacara las manos de los bolsillos y se arriesgara a una segura amputación por congelación haciendo los cuernos. Y nadie quiere perder el índice y el meñique. Se acabaría el rock'n'roll.