El escritor mexicano Sergio Pitol ganó ayer, por mayoría, el Premio Cervantes 2005 por «sus reflexiones constantes sobre el arte de escribir, por su anticipación a la fusión de los géneros, y por su dimensión cervantista». El fallo del premio, que concede el Ministerio de Cultura y que está dotado con 90.180 euros, fue dado a conocer por la ministra de Cultura, Carmen Calvo, tras la reunión que mantuvo el jurado, presidido por el director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha.
El jurado ha valorado en Pitol su tarea como traductor «importantísimo para los hispanohablantes, su doble dimensión de novelista y ensayista, su capacidad para adelantarse a lo que son «tendencias muy acentuadas en los últimos años de lo que es la novela abierta, que integra no sólo la narración, sino la reflexión y el ensayo, es decir, una fusión de géneros».
Considerado uno de los grandes escritores de la literatura latinoamericana, Pitol (Puebla/México, 1933) es destacado cuentista, memorialista, ensayista y traductor de decenas de obras de autores como Henry James o Chejov. «Es lo más grande que me ha pasado. Me siento coronado en todos mis trabajos y esfuerzos», le expresó Pitol a la ministra cuando ésta le dio la noticia, y le dijo que los meses que faltan para que el Rey le entregue el premio en abril, será «la espera más feliz de mi vida».