El cantante barcelonés Manolo García concretó en la noche del sábado uno de los conciertos más festejados del año. Más de 7.000 personas asistieron al Coliseo balear para escuchar, emocionarse y cantar las canciones del ex Último de la fila. Mucho antes de las diez y veinte, hora en que comenzó eshow, el público que casi colmó la plaza de toros de Palma, compraba su tíquet o hacía cola para ingresar al recinto taurino, convertido en escenario para conciertos. Y a esa hora, las luces se apagaron y un momento después sobrevino la primera ovación. Manolo García se presentó a sí mismo entonando «Sobre tus pasos». Sin dar respiro, apenas con un bona nit, le siguió «Malva», los dos temas de su nueva producción discográfica, «Para que no se duerman mis sentidos».
«Zapatero», «Abismo», «Sólo un poco» y «Playa calma» hicieron vibrar a la multitud, que no paraba de corear, saltar y aplaudir los tonos flamencos y la lírica de Manolo García. Promediando el concierto, bajó el ritmo para sellar el corazón de las miles de chicas, y no tan chicas, con «A quien tanto he querido». El cantante oriundo de Barcelona parece conocer como nadie el manejo del espectáculo y de su público, proporcionándole en dosis justas un poco de pop rock, algo de flamenco, otra pizca de balada, incluso volvió sobre sus pasos para cantar en una versión muy arábiga su ya envejecido gran éxito «Sara».
Cobijado por su banda de siete músicos, en el impresionante escenario que se erigía más allá de los doce metros de alto, con sus luces, sus pantallas gigantes y sus columnas de sonido, el artista Manolo García volvió a su repertorio solista con «Ardió mi memoria», «Serena barca», «Hombres azules» y la canción que le da el nombre a su nuevo disco, «Para que no se duerman mis sentidos». «Si tu vienes», «San Fernando» o «Viernes» anticiparon el primer bis de un set de dos horas y media, en una conjunción de público y artista.
«Pájaros de barro», el aflamencado «Fragua», «Rosa de Alejandría» y «Trapecio», marcaron el primer final, que la gente resistió al grito de «Otra, otra». «Libélula», «Tarde de sol», «Éramos» y «Levedad», acabaron con un gran espectáculo que dejó a todo el mundo contento.