Ni el gran número de políticos presentes en el acto, ni los buenos deseos para el futuro lograron que, algunos de los presentes, olvidáramos que la Biblioteca Ramon Llull, ubicada en la Plaza del Tubo, en Palma, se inaugurara ayer con siete años de retraso y muchos anuncios en el pasado de que se abriría próximamente, lo que nunca sucedía. Ahora sí. Los lectores ya pueden acudir esta misma mañana al centro, que entre en funcionamiento a las 08.30 y cierra a las 20.30. Los sábados, el horario será de 09.00 a 13.00. Rogelio Araújo, concejal de Cultura de Cort, anunció ayer que, en época de exámenes, se ampliará por la noche.
El edificio que la alberga forma parte de un conjunto arquitectónico proyectado entre 1912 y 1916, de estilo regionalista y ecléctico que, según recordó ayer Josep F. Conrado de Villalonga, director general de la Obra Social y la Fundación La Caixa, ya fue concebido en su día para biblioteca, aunque nunca hasta ahora se utilizó como tal. Cuando La Caixa cerró su biblioteca central de Palma firmó un convenio con el Govern, en 1998, por el que cedía sus 30.000 volúmenes, el mobiliario y aportaba una partida para la rehabilitación del espacio, que se encontraba en total abandono.
La Caixa contribuyó a la reforma, de la que se ha encargado Antoni Cánaves Llobeta, 240.000 euros. Govern y Cort también han colaborado en la financiación de la nueva biblioteca, que gestionará el Ajuntament y a la que la Conselleria de Cultura cede personal. Aunque está orientada al público juvenil, -pues se halla en las instalaciones del IES Ramon Llull, pero con entrada independiente-, se abre para todo tipo de usuario, según explicaron ayer Francesc Fiol, conseller de Cultura del Govern, y Catalina Cirer, alcaldesa de Palma.