Los libreros se plantean la posibilidad de suspender la próxima edición de la Fira del Llibre si ésta no puede celebrarse en el Passeig del Born. Aunque todavía no se ha tomado ninguna resolución por parte del ejecutivo del gremio, son muchos los que ya han hecho saber que no están dispuestos a cambiar de lugar esta feria que produce, en diez días, las ventas más notables de la temporada.
La alcaldesa Catalina Cirer ha sido duramente presionada por algunos de los comerciantes de la calle y ha explicado que tiene la intención de suprimir todas las ferias que se realizan en el Born.
Francesc Moll, que tiene presencia como librero y como editor, explicó que «ahora mismo no hay ningún otro lugar donde sea posible realizar una feria de estas características». Y es que el debate sobre la ubicación de la feria no es la primera vez que se produce. En otras ocasiones se han planteado alternativas. Una fue la instalación de los feriantes en el Passeig de Sagrera, pero se comprobó que no hay espacio para que todos. Por estos motivos, los libreros tienen previsto solicitar una reunión con Cirer para pedirle que se replantee su decisión.
Esta polémica, que no es nueva, ha llegado en su última edición a su nivel más álgido, con evidentes muestras de descontento por parte de los comerciantes de la zona. Según ellos, la queja principal es que las ferias les levantan público y potenciales clientes, que sólo se pasean por la parte central del paseo y no por los alrededores, donde ellos tienen instalados sus establecimientos.
Sin embargo, los libreros no están de acuerdo con este punto. «Nuestra feria sirve para dinamizar el Born durante muchos días, ya que conseguimos atraer a mucho público», explica Moll.
También hay que recordar que fue la presión de los comerciantes la que hizo que el alcalde Fageda modificara sus planes para el Born, que contemplaban el cierre total al tráfico de la calle.