El pintor mexicano Eloy Cerecero y sus tres hijos, Alejandro, Adriana y Gabriel, realizan en la Iglesia de Torralba del Pueblo Español su primera colectiva en Europa. Esta muestra pictórica, organizada por la Fundación Matthias Kühn, se podrá visitar hasta el próximo 30 de abril. La familia Cerecero proviene del desierto, del norte de México, y esta circunstancia queda reflejada en sus lienzos, tanto en la temática, como en el color y las texturas. Sin embargo, destaca la diferencia de estilos en la obra de cada uno de ellos.
Eloy Cerecero, que durante muchos años ha sido profesor de arte en la Universidad de Coahuila, explica que «esta disparidad estilística proviene de la evolución de cuatro proyectos que provienen de la misma raíz, puesto que durante mucho tiempo compartimos estudio. Sin embargo, esta circunstancia no corrompió la visión artística de cada uno».
Si la pintura de Eloy Cerecero se fundamenta en el realismo expresionista y defiende, según el autor, «el mensaje social y humanístico»; la sustancia de la obra de Adriana reside en el uso de las figuras como alegorías. Por su parte, Alejandro destila en sus lienzos una mezcla de pop art e ideología; contrapunto de Gabriel, cuyo estilo es más figurativo, minucioso y contemplativo.