El Centro de Arte Reina Sofía de Madrid está trabajando en la creación de un catálogo razonado que reunirá toda la obra del artista valenciano Manuel Hernández Mompó, que residió en Mallorca entre 1974 y 1983. Este trabajo es el paso previo y una manera de localizar la máxima obra posible de este artista de cara a una gran exposición antológica que este centro cultural prepara de Mompó para 2005. Así lo aseguró ayer Carlos Pérez, responsable del catálogo razonado, que explicó que desde el Reina Sofía se ha hecho un gran esfuerzo por localizar el máximo número de obras posibles de este artista, «especialmente aquellas piezas menores, dibujos o papeles, que están en poder de particulares». Es por esto que el museo ha lanzado una campaña de publicidad en muchos medios de comunicación para localizar estas obras. Todos los interesados en que su obra sea catalogada pueden llamar al 915276417. El catálogo razonado de este artista, que falleció en Madrid a la edad de 64 años, está siendo financiado por la Fundación Telefónica, que también patrocinará la exposición.
Según explicó ayer Carlos Pérez, «hace ya varios años que se está trabajando en este proyecto», cuya finalidad es recoger el máximo número posible de obras de este artista, que fue fundamental en la pintura española de la segunda mitad del siglo XX. «El trabajo que estamos realizando en este momento es una investigación relativa a toda la trayectoria artística de Mompó», afirmó Pérez.
Manuel Hernández Mompó se instaló en Mallorca en 1974. Primero en Palma y desde 1977 en Alaró. Su llegada a Mallorca coincidió con un inicio del proceso de simplificación de los signos. Sus cuadros tienen menos elementos, pero, al mismo tiempo, son más ricos en sugerencias. En este proceso de síntesis pretendía alcanzar la anulación de la forma, mientras daba más importancia a la insinuación y a la sugerencia. En 1974 hizo su primera exposición en la Sala Pelaires.
Durante su estancia en Alaró también nacieron las obras que forman la serie que llevan el nombre de este municipio. Se trata de pinturas de colores vivos sobre cubos de metacrilato trasparente.
También durante la etapa en Alaró, en 1981, se inició en la escultura. La estancia mallorquina fue de intensa actividad y se relacionó con artistas como Joan Miró, Ritch Miller o Juli Ramis.