Tina Oleza tenía, desde siempre, el sueño de grabar un disco. Durante años, Oleza no se planteó la posibilidad de realizar su sueño hasta que una casualidad convirtió la ilusión en una realidad llamada «Alma de niño». El primer disco de la cantautora se presentó ayer en Sant Francesc.
El dinero que se obtenga de la venta del compacto, del que se han editado 500 copias, se destinará a un proyecto en El Barro, Nicaragua, donde se realizará un comedor y se hará que el agua llegue hasta la localidad. «No quiero ningún beneficio, quiero ayudar a la gente».
La autora ha musicado poemas de Rubén Darío o Costa Llobera, entre otros, y ha escrito canciones sobre «el amor, experiencias personales y los niños». «Para que un verso me inspire debe hablar de los sentimientos». El resto proviene del día a día, «de la televisión, de un paisaje bello o de un montaje de danza».