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La Fira del Llibre saca a la calle 50.000 títulos

El escritor Sebastià Alzamora leyó ayer el pregón que inauguró el evento, situado en el Born de Palma

Una niña mira algunos de los libros infantiles que están expuestos en es Born. Foto: JOAN TORRES.

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El poeta Sebastià Alzamora preguntó: «¿Qué es más importante, vivir o leer?» La respuesta que encontró la intentó explicar durante la lectura del pregón que inició la XX Fira del Llibre en el Born. Instantes antes de la lectura, la Banda Municipal entonó el ambiente. La canción «Tira-li cosetes» hizo que algunos de los espectadores presentes, no muy numerosos en su globalidad, movieran alguna que otra parte de su cuerpo, que continuaron en movimiento con un pasodoble.

«El Born se ha convertido en un espacio para la cultura con el libro como protagonista», comentó Maria Antònia Vadell, consellera de Cultura. No sólo se convirtió en un espacio para la cultura, sino también en «La catedral del placer», decía el título del pregón de Alzamora. La razón: «En la lectura el placer es indispensable». Buscando respuesta a qué tiene más importancia, si vivir o leer, Alzamora recurrió a autores como Joan Fuster o Borges. Citó una frase del primero, «los libros no suplen la vida, pero la vida tampoco suple los libros», y otra del segundo, «no debemos leer si no es por placer». Los escritores permitieron al poeta recorrer el camino para encontrar la respuesta.

Mientras, las autoridades escuchaban con atención. Pere Sampol, vicepresidente del Govern; Maria Antònia Munar, presidenta del CIM; Catalina Cirer, delegada del Gobierno; Damià Pons, conseller de Cultura del Govern; Joan Fageda, alcalde de Palma; Carme Feliu, concejala de Cultura del Ajuntament de Palma y Miquela Serra, presidenta del Gremi de Llibreters, escuchaban desde la tarima a Alzamora. Abajo, Francesc Moll, presidente del Gremi d'Editors, también estaba atento.

Los espectadores iban turnándose. Algunos escuchaban y otros relevaban a los que ya llevaban un rato prestando atención, como algún que otro turista despistado. «La lectura es un remedio contra la soledad». Llegados a este punto surgió Ramon Llull y su «negum home és visible». El «loco», como le llamó el poeta, permitió dar con una solución: la soledad sólo se deja de lado mediante «la imaginación». «Leemos para vivir mejor». A partir de este momento, Alzamora tomó prestado el poema inédito «Una petita música», de Miquel de Palol. «De alguna manera, la lectura nos obliga a morir dentro de nuestra vida inmediata y nos obliga a nacer de nuevo». En definitiva, «leer es una forma de entender a todos los hombres para entendernos mejor a nosotros mismos». La solución definitiva: «Diría que leemos para ser completamente libres». Después del pregón llegó el momento, de nuevo, de la banda, que tocó «La Balanguera».

A continuación, las autoridades pasearon entre los expositores, parándose un buen rato en el de la UIB. Cuando llegaron al del CIM, Vadell regaló a Munar, Sampol, Fageda y Serra el libro «Fotografia a Mallorca. 1839-1936». Después, Munar se interesó en el stand de Ereso Llibres, Llibreria Campus y Distribuidora Rotger por «Regreso al pasado», de Robert Kauffman. «Me han dicho que es muy bueno», aseguró la presidenta del CIM. La librería no contaba con la novela y le prometió que se lo haría llegar cuando lo consiguiera.

Àlex Volney y «La frontera dels dies», Bartomeu Fiol y «Catàleg de matèries», Carmen Alborch y «Malas» o Arturo Pérez-Reverte y «La reina del sur». Los protagonistas de la feria, los libros, empezaron a acostumbrarse a sus vecinos de estantes. Mientras, los pocos asistentes a la Fira que caminaban entre los libros se animaron con el paso del tiempo. Estaban advertidos por Sebastià Alzamora: «Quien no esté dispuesto a dejarse morir por la lectura para después renacer dentro del placer, que no venga al Born».

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