Despacio, poco a poco pero, a la vez, corriendo. Hace un año, Pep Miquel Camps no esperaba estar en el lugar en el que se encuentra, con un disco en el mercado apadrinado por Joan Bibiloni. «Llegué a la música sin querer», aseguró el artista que presenta esta noche el directo de su primer trabajo, «Somni», en Costa Nord de Valldemossa junto a Art Acustic Band.
Todo empezó de una manera sencilla. Una amiga, Catalina Felani, le pidió que musicara un poema suyo llamado «Somni». Después, tras nacer su sobrina, decidió ponerle música a otro verso. El siguiente paso consistió en grabar una maqueta para tener un recuerdo que enseñar a su sobrina. A partir de ese momento, todo empezó a correr. «Todavía no me lo puedo creer, ni yo ni mis amigos», comentó.
Su música se adentra en el romanticismo. «Siempre me han gustado las canciones de este estilo, soy muy tranquilo», aseguró Camps. En «Somni» no hay ningún tema escrito por el cantante aunque, con el tiempo, espera «narrar algunas canciones», siempre contando con la colaboración de «otras personas». Desde pequeño, Camps escuchó flabiols, xeremies y gralles. Sin embargo, su primer trabajo deja de lado estas influencias. «Sólo se incluye el sonido de un graell en una canción», en palabras de Camps.
Lo primero que se aprecia al escuchar «Somni» es la similitud entre Camps y Tomeu Penya. «Mucha gente me compara con él», comentó el artista. El parecido es un motivo de «orgullo» para el cantante, quien, todavía, vive inmerso en un sueño.