Durante 2001, la comisaria Neus Cortés ha conseguido que el Espai Quatre del Casal Solleric, un lugar que hasta entonces carecía de indentidad propia, se haya convertido en un una parada para el encuentro de los nuevos lenguajes plásticos. Así lo atestiguan los 75.000 visitantes que consiguió en dicho año. Ayer se presentó el catálogo de esta primera programación en la que no faltaron nombres que ya han comenzado a labrarse una carrera internacional junto a artistas emergentes.
Santiago Picatoste; Jesús Cánovas; Joan Font; Eugenio Cano; Angel García; Chema Alvargonzález y Victoria Encinas fueron los primeros que pasaron por el Espai Quatre, que ya anda por su segunda programación. En su día, con la instalación del joven mallorquín Santiago Picatoste, Cortés aceptó un «reto» que muy pocos confiaban que saliera adelante. En él, «los artistas han creado libremente las piezas» «y la institución ha reafirmado un compromiso con el lenguaje contemporáneo mediante obras que no son comerciales y que a las galerías les costaría más exponer», dijo.
Ahora, como quedó de manifiesto ayer, los responsables políticos del centro están encantados, de lo que dejaron constancia Carmen Feliu, concejala de Cultura, y Joan Carles Gomis, con sus declaraciones. Feliu aseguró que su departamento seguirá «apoyando» al Espai Quatre, un lugar «difícil, que no se ajusta al diseño actual de los espacios dispositivos, con pasadizos estrechos y una piedra viva que resta protagonismo a las obras». Frente a todos estos inconvenientes, la comisaria confesaba ayer las «ganas e ilusión» con que había cogido las riendas. La programación para el resto del Solleric es: «Xam»; Pep Guerrero; Tófol Sastre; Miquel Brunet; Vicente Pascual; Ferdinando Scianna y una producción de la CAM con obras del Museo Romántico de Madrid.