«What are you looking at?». Así ha titulado Francisca Martí la exposición que hoy se inaugura en la Fundació Pilar i Joan Miró. Allí exhibe sus últimas obras en los que, mediante manipulación, combina fotografía y pintura, además de una instalación que ocupa el Espai Cúbic, un trabajo multimedia de animación. Martí ha colgado piezas de gran formato que, siguiendo un recorrido, anteceden a la instalación de ambiente «sobrecogedor», según definición de Aurelio Torrente, director de la entidad.
Moscas impregnadas en pintura, imágenes-retratos, blanco y negro, azul intenso y rojo son los elementos que predominan en esta línea de trabajo que la artista ya presentó en Arco 2001. Se trata, explicó, de representar «plásticamente lo que he sentido en el estudio, sensaciones, estados de ánimo, estar enamorada de lo que te rodea es muy importante y todo ello también implica sufrimiento». La mosca y el reguero de pintura que va dejando, ahora en los cuadros y antes en el estudio de la pintora, es un vehículo conductor que surgió tras un hallazgo accidental al verla atrapada en un bote de pintura. «Con ella llego a mundos que no conozco y estoy muy curiosa». La música, parte fundamental de la instalación, es la que Martí escucha cuando trabaja, generalmente sonidos étnicos.
Aunque la fotografía adquiere un gran protagonismo en la plástica de Martí, ella asegura que «no he abandonado la pintura, es la pionera, la primera parte del proceso, el nacimiento es pictórico, el insecto está envuelto en pintura». Con la instalación, el Espai Cúbic se ha convertido en una gran cámara oscura.