Fue una actriz rompedora en sus comienzos y continúa en esa línea. Victoria Vera, que niega ser una persona tan segura de sí misma como aparenta, tiene las cosas muy claras respecto a su profesión. Le gusta el buen teatro e interpretar personajes que le «digan algo» y que puedan «servir al público». Sus proyectos para 2002 serán «sorprendentes» porque le atraen los retos. Tras un año sabático se reincorpora con una comedia «con mayúsculas» de Miguel Mihura, «La Canasta», que llega hoy a Palma, una obra sobre la relación de pareja de la que destaca la «calidad de los personajes femeninos».
"Desde Palma sabemos poco de usted. ¿Dónde anda en lo
profesional?
"En el teatro de una manera intensa. El
año pasado me tomé un año sabático para reflexionar y el que viene
tengo varias proyectos, ofertas de cine y televisión. En este
momento me he involucrado en una comedia, un texto de humor
inteligente de Miguel Mihura, porque había estado metida en todo
tipo de dramas: Valle Inclán, Lope de Vega, Galdós, María Zambrano,
obras a las que no he podido decir que no porque son fundamentales
para una actriz.
"Las actrices de su generación no están muy
representadas en el cine español.
"Hay papeles para
las de generaciones anteriores o más jóvenes. Hacer cine por
hacerlo no me interesa. No acepto cosas que no me van a producir
satisfacción, sino aquello que está más en la línea de mi carrera.
No siento interés por aquello donde no pasa nada, que no refleja la
sociedad en que vivimos. En eso deberíamos tomar ejemplo del cine
americano, en el que están representadas todas las edades.
"Unos producen sus espectáculos y otros sólo trabajan
con subvenciones. ¿Qué necesita el sector para existir con
normalidad?
"Que se potencie la figura del productor
independiente porque el teatro estatal produce espectáculos con los
que es difícil competir, caros; una Ley de Mecenazgo auténtica con
iguales ventajas fiscales que las de otro tipo de manifestación
artísticas, y que desde el Ministerio de Cultura se equipare el
teatro con el cine. Éste mueve muchos millones y el teatro es muy
pobre, por eso interesa menos activarlo, porque se ve como una
actividad menor.