El escultor Jaume Mir realizará una gran exposición en la Fundació Dionís Bennàssar de Pollença. Mir es un hombre de una larga trayectoria artística y, en cambio, ha protagonizado muy pocas muestras en Mallorca. Así, en los últimos diez años sólo se ha podido contemplar su obra en tres ocasiones: en el Cercle de Belles Arts de Palma en 1992; en el Hotel Formentor en 1995 con motivo de la cumbre de jefes de estado de Europa que tuvo lugar en aquel lugar; y, la más importante, en 1998 en la Llonja. «No hago exposiciones porque llevan mucho trabajo y porque nunca he tenido la intención de vender mi obra. Yo no hago series, sino obras únicas de las que no me quiero desprender. Me gusta que mi obra esté en la calle, que es una galería permanente», asegura Mir.
La exposición que se está preparando en Pollença, aunque no tiene la pretensión de ser antológica, abarcará un amplio segmento en la trayectoria artística de este escultor. «En la exposición habrá una parte dedicada a los foners, que son muy importantes en mi obra y servirán para rendir un homenaje a una ciudad como Pollença, que es una de las cunas de la cultura talayótica», explicó el artista, que añadió que en la muestra ocuparán también un lugar destacado las obras de pequeño formato, con temática variada que va desde personajes de la historia de Mallorca hasta gimnastas o seres que forman parte del imaginario mallorquín.
La exposición, que será comisariada por Gudi Moragues, se incluye dentro del proyecto llevado a cabo por la Fundació Dionís Bennàssar de dedicar una serie de exposiciones a artistas que fueron amigos de Dionís. Esto fue una de las cosas que decidieron a Mir a protagonizar esta muestra. «Toni Dionís, presidente del a Fundació, y Gudi Moragues me pidieron en muchas ocasiones hacer esta exposición, y siempre me negué. No acepté hasta que me di cuenta que la exposición era en un museo que había sido la casa de Dionís Bennàssar, un gran pintor y un buen amigo mío. De esta manera, la exposición será un homenaje a este pintor y a todos aquellos que formaron la Escola de Pollença, a muchos de los cuales conocí y fueron buenos amigos, como Tito Cittadini, Anglada Camarassa o Llorenç y Sion Cerdà», declaró ayer Jaume Mir.