El pintor Pep Guerrero (Sóller, 1966) inaugura hoy en la galería Ferran Cano de Palma una exposición en la que muestra su creación más reciente. Muebles, objetos, telas, maderas y papeles forman la treintena de obras que componen esta muestra, que coincide en el tiempo con la que inauguró ayer en la galería 2mil2 de Zaragoza.
Pep Guerrero presenta unas obras en las que continúa su líneas habituales. Paisajes clásicos envueltos de elementos llenos de color, con una estética que choca completamente con éstos, con un estilo que el mismo artista define como «cutre y hortera». Pese a ello, en las obras se detecta una notable evolución, ya sea en paisajes más vitalistas, con más color y luz, ya en los elementos que los envuelven, en los que ha incluido escenas costumbristas renacentistas. «En algunas ocasiones me ha preocupado no repetirme, pero sigo la misma línea porque no me canso de ello y noto que hay una evolución, aunque sea lenta», explica.
Pep Guerrero es uno de los artistas mallorquines que viven un momento más dulce. Las exposiciones se suceden una detrás de la otra y su éxito comercial es más que notable. A la exposición de Palma y Zaragoza le seguirán Colonia, Miami y repetir en París. El artista no acaba de entender el éxito de su obra. «Aún no sé cuál es el secreto, tal vez sea el color», explica.