Alguien dijo "seguramente un filósofo o un poeta, o ambas cosas a la vez" que cuando miramos al pasado lo primero que vemos son sólo ruinas. Gracias a esas ruinas y al trabajo y dedicación de historiadores y arqueólogos podemos conocer un poco mejor a nuestros antepasados y conocernos también un poco mejor a nosotros mismos. En esa dirección trabajan los arqueólogos Javier Aramburu (Santander, 1961) y Jordi Hernández (Barcelona, 1969), quienes dirigen las excavaciones del poblado talayótico de ses Païsses, en Artà, que tienen lugar entre el 3 y el 22 de julio.
«Ahora están apareciendo las estructuras y las herramientas que empleaban en su vida cotidiana, los hogares en donde preparaban la comida, las piedras en las que trabajaban o que utilizaban como bancos para preparar la carne, o las vasijas en las que preparaban también esta comida», afirma Aramburu. En cuanto al por qué de elegir unas líneas de trabajo u otras señala: «Te va llevando la dinámica de la excavación a unos sitios o a otros, pero también procuramos ir orientando la investigación hacia los objetivos que nosotros perseguimos».
Cada año hay unos objetivos, pero éstos vienen muy condicionados por las posibilidades económicas que tenemos. Nosotros hemos querido actuar tanto en el campo de la investigación como en el de la conservación del patrimonio y divulgación, pero la verdad es que nos hemos encontrado sin el mínimo apoyo imprescindible por parte del Consell y del Govern. Nos han vuelto a prometer que el año que viene nos apoyarán, pero el año pasado ya lo prometieron y no lo han cumplido», añade Aramburu. El problema es que «habíamos obtenido la promesa de que el Consell nos iba a apoyar económicamente y no ha podido ser así. Y entonces hemos tenido que limitarnos a la ayuda que nos presta el Ajuntament de Artà y una entidad financiera, y por tanto no podemos ni disponer del número de gente ni del tiempo necesario para poder hacer una excavación como habríamos pretendido y a la altura de la grandiosidad de este poblado».