El pintor Eduardo Arroyo (Madrid, 1937), uno de los artistas contemporáneos más importantes de España, inaugura hoy en el Centre Cultural Contemporani Pelaires una exposición en la que muestra su trabajo de los últimos cinco años. Es, como lo definió ayer el mismo autor, «una pequeña antología que sirve para explicar una trayectoria. Es una obra fruto de unos años de cambio, de ruptura de una manera de trabajar. Son cuadros voluminosos, de reflexión pictórica más tensada».
Arroyo se mostró muy crítico con la situación actual del arte. Reconoció que está pasando una crisis, aunque negó que se estuviera viviendo la muerte de la pintura. «Hace muchos años que se habla de ello, pero todo sigue igual. Lo que ocurre es que hay unas fuerzas del mal que tratan de acabar con la pintura», dijo.
Sobre las causas de esta situación, destacó el hecho de que «desde el mayo del 68 al frente de las escuelas de arte han puesto artistas que hacían abstracción o conceptualismo, es decir, cualquier tipo de pretexto para no pintar, porque no sabían. Pintar requiere un oficio que no tienen». También presentó como motivo de esta situación el hecho de que «las instalaciones y las grandes fotografías, las obras que han dominado los últimos certámenes artísticos, son más fáciles que la pintura».