El escritor Arturo Pérez-Reverte estuvo ayer en Palma para presentar el tercer volumen de las historias del Capitán Alatriste, un libro que lleva por título «El sol de Breda» y que ha sido publicado por la editorial Alfaguara. En esta nueva entrega, el Capitán Alatriste viaja a Breda, donde será testigo de la rendición de la ciudad.
«En esta novela quería contar la guerra de Flandes, que fue el Vietnam español. Fue una sangría en la cual España defendía el atraso mientras Europa defendía lo moderno», explica el escritor, que asegura que la novela resulta «salvaje y muy dura, en la que he contado toda la mierda, la sangre, el fango y también la gloria de esta época».
Para reconstruir la historia, Pérez-Reverte ha utilizado el testimonio de la gente que estuvo allí y de su experiencia persona, porque «21 años como reportero de guerra hacen que explique la angustia, el olor o la soledad de la guerra de otra Arturo Pérez-Reverte no quiere decir cuantos ejemplares vende de sus libros. A buen seguro que son muchos, aunque tiene prohibido por contrato hablar públicamente de ello. Se muestra incómodo con el éxito y asegura que no le ha cambiado en nada. Afirma rotundo no tener ataduras con la literatura y no duda en asegurar que «dejaré la literatura cuando no tenga nada más que decir, porque yo no soy un escritor, soy un lector que escribe. Puedo dejar de escribir, pero no de leer». .