Numerosos bilbaínos han formado largas colas a las puertas de las principales administraciones de lotería de la capital vizcaína a lo largo de este sábado, víspera del sorteo extraordinario de Navidad.
Entre las principales prioridades de los compradores de los boletos, consultados por Europa Press, destaca la emancipación de sus hijos. «Si me tocase, ayudaría a los hijos. Yo ya estoy jubilado. A ver si uno se termina de emancipar, que ya tiene 31 años», ha apuntado Patxi Pérez.
Este vecino de Basauri ha aprovechado la jornada para, como todos los años, realizar su particular «peregrinaje» desde el barrio de San Miguel, donde reside, hasta la administración de lotería Azkarreta, ubicada a un paso de cebra de El Arenal que esta jornada, día de Santo Tomás, vuelve a ser escenario de la tradicional feria del agro de Bizkaia.
Susana también está jubilada y, como Patxi, esta bilbaína también invertirá parte del premio en ayudar a sus hijos. «Me dedicaría a vivir un poquito mejor y a ayudar a los hijos, para que se puedan emancipar. Mi futuro ya está hecho», ha afirmado la mujer, quien después de pasar por la ventanilla del establecimiento se ha dirigido a El Arenal para disfrutar de la feria acompañada de sus amigas, al igual que Mireia Puente. «Aprovechando que veníamos a Santo Tomás, hemos decidido comprar la lotería aquí, en Azkarreta», ha explicado.
En su caso, han esperado a la víspera porque querían comprar un número grupal y no conseguían ponerse de acuerdo y, en el caso de hacerse con el premio, Mireia tiene claras cuales son sus prioridades: organizar un viaje. «Y, depende del pellizco, comprarme una casa más grande, una segunda residencia... Si cuadra, puede haber un vicio un poco más espléndido», ha agregado.
Las colas, "un clásico"
Por su lado, Eva Tabernero, vecina de Logroño pero natural de Bilbao, ha afirmado que siempre espera a la víspera para comprar su décimo de lotería y que suele adquirirlo en la administración de Azkarreta, donde este sábado se han formado grandes colas que incluso han doblado la calle. «Algunas veces te encuentras más gente que en otras, pero lo de las colas es un clásico», ha afirmado.
En el caso de ser agraciado con el premio mayor, esta bilbaína ha afirmado que lo invertiría en hacerse más fácil su día a día. «También lo compartiría con la familia y la gente que quiero, pero tengo claro que no podría dejar de trabajar», ha reconocido.