El Lehendakari, Imanol Pradales, ha realizado este lunes un llamamiento a hablar a los jóvenes «sin tapujos ni complejos» sobre el pasado del terrorismo y la violencia en Euskadi para que las nuevas generaciones «no estén condenadas a repetir los mismos errores». Además, ha instado a aportar cada ciudadano a crear «una memoria colectiva, sincera, justa, clara, completa y no revanchista» para «construir un futuro entre todos».
Pradales ha realizado este emplazamiento durante la inauguración en Bilbao del conjunto escultórico «Atalase», un espacio de encuentro, reflexión y homenaje a todas las víctimas del terrorismo y la violencia política, durante la que el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, también ha apelado a «contar a los jóvenes y hacerles comprender que aquí mismo ha habido asesinatos, silencio y miedo» para poder «trazar un camino en paz».
Ante otras autoridades, entre ellas la diputada general de Bizkaia, Elixebete Etxanobe, y miembros del Foro Bilbao para la Paz y la Convivencia congregadas en el parterre ajardinado entre el Museo Guggenheim y la Plaza Euskadi, el Lehendakari ha llamado a mirar al pasado para construir un futuro entre todos y a mantener «una memoria crítica y autocrítica» con el objetivo de que no se vuelvan a repetir estos hechos.
Tras el Día de la Memoria, conmemorado el pasado día 10 de noviembre, Imanol Pradales ha destacado su preocupación por lo que puede conocer la juventud sobre el pasado y, por ello, ha contado que preguntó a un estudiante de Deusto sobre el terrorismo, ETA y la violencia en Euskadi.
Este le respondió que entre los amigos no hablaban «nada» de eso y en casa «apenas», y solo conocía «algo» por la ikastola e Internet. «Me preocupó, no podemos dejar nuestra memoria solo en manos de una educación formal. Estaríamos cometiendo los mismos errores que muchos y muchas de nuestras amamas y aitites cometieron al no hablar de la guerra civil o de la dictadura franquista», ha manifestado el jefe del Ejecutivo vasco.
A su juicio, se trata de errores que también se han cometido en otros lugares del mundo «con fuertes episodios de violencia». «¡Cuantas veces escuchamos en nuestras casas que es mejor no hablar ni recordar aquello!», ha añadido.
Por ello, con motivo de la presentación de 'Atalase', ha invitado a la sociedad vasca a la reflexión, a «hablar sin tapujos» y a contar a las nuevas generaciones lo que se ha vivido en Euskadi, «sin complejos». «Cada familia, cada persona de este país tiene muchísimo que aportar a nuestra memoria colectiva; una memoria sincera, clara y justa, completa, sin discriminaciones ni olvidos; una memoria no revanchista, pero crítica y autocrítica que supere los relatos autojustificativos y autocomplacientes que hoy anidan entre algunos y algunas de nosotros», ha remarcado.
En su opinión, es responsabilidad de la sociedad «transmitir lo vivido». «Nos estamos jugando el futuro de las generaciones que vendrán porque una sociedad que no conoce la historia puede estar condenada a repetir los mismos errores del pasado. Las y los jóvenes quieren saber y aprender. Nos corresponde responder y ayudarles a saber», ha insistido.
Para el Lehendakari, es necesario hablar de todo ello en casa, entre los amigos y en los colegios porque solo así se conseguirá un futuro en paz.
"una herida que no cierra"
De forma previa, el alcalde ha destacado la importancia de esta inauguración para Bilbao, para Euskadi y para las familias de las víctimas, al poder contar con este conjunto escultórico que representa «el dolor y las lágrimas derramadas ante una herida que no acaba de cerrar».
Fue el propio artista de la escultura, José Ramón Anda, según ha explicado, el que «puso luz y alma» al deseo de levantar esta gran instalación escultórica de 22 toneladas, compuesta por una estructura de acero corten y cinco bancos de mármol negro de Markina a su alrededor.
«Queremos que este lugar sea un trocito de la ansiada paz, un espacio que invite al reconocimiento, la reflexión y el encuentro; a la justicia, la reparación y al recuerdo; un lugar para la memoria y la paz, y para que nunca más se vuelvan a repetir estos trágicos sucesos», ha subrayado.
Juan Mari Aburto ha apuntado que, con 'Atalase', las víctimas «herederas de la sinrazón de la violencia política», pueden sentir «el calor de la ciudad», que no están solas y que «nunca más habrá silencios». «No vamos a olvidar porque no debemos olvidar», ha asegurado.
Al igual que el Lehendakari, ha considerado que los jóvenes deben saber «lo que ha ocurrido en este país, porque solo así» se podrá «trazar un camino en paz». «Es nuestra responsabilidad y obligación contarles y hacerles comprender que aquí mismo ha habido asesinatos, silencio y miedo», ha indicado.
Asimismo, ha aludido a los «tiempos turbulentos, de guerras, de políticas prepotentes, totalitarias e incomprensibles, de bulos y mentiras» que se viven en la actualidad, para apuntar que su objetivo es que este sea un «espacio de reposo y de reflexión», pero también «donde poder llorar recordando a los que ya no están, pero que esta vez esas lágrimas encuentren el consuelo» de todos.
Víctimas
Por su parte, han puesto voz al sentir de las víctimas Dori Monasterio --hija del taxista Fermín Monasterio, asesinado por ETA en 1969, y que se convirtió en la primera víctima civil de la banda terrorista-- e Inés Núñez de la Parte --hija del profesor de matemáticas Francisco Javier Núñez, que falleció en 1977 por abuso policial--.
Monasterio ha defendido el «reconocimiento, recuerdo colectivo y visibilización de unos hechos que durante muchos años han estado ocultos» a través del conjunto escultórico inaugurado hoy.
«El hecho de que esta escultura esté ubicada en este lugar abierto en Bilbao, el lugar donde nacieron o fueron asesinados nuestros familiares, para nosotras supone visibilizar unos hechos dramáticos e injustos que nunca debieron suceder y que solo trajeron infinito sufrimiento durante demasiado tiempo, para que nunca se olviden ni se repitan», ha defendido.
Tal como ha manifestado, la escultura tiene la doble finalidad de, por un lado, «dar testimonio y restaurar la dignidad y la memoria de aquellos a quienes les arrebataron la vida injustamente, y por otro, hacer una llamada a los vivos, quienes, durante generaciones, al venir a este precioso lugar de encuentro», se sentirán «compelidos a no olvidar lo sucedido y a no tolerar las injusticias».
Núñez de La Parte ha recordado que el Foro Bilbao para la Paz y la Convivencia lleva siete años «construyendo un espacio para trabajar en torno a una memoria que deslegitime la violencia». «Nuestro compromiso está con las víctimas que han sufrido vulneraciones graves de derechos humanos, así como con su reconocimiento y reparación. Somos conscientes de que esta delicada labor requiere diálogo entre las propias víctimas, con las instituciones y con la ciudadanía en general y la búsqueda de un consenso social y político amplio y estable en el tiempo», ha añadido.
Este espacio será el lugar en el que se conmemore, a partir de ahora, el Día de la Memoria cada 10 de diciembre en la capital vizcaína. La escultura incluye una gran placa con los nombres inscritos de todas las víctimas de la violencia política y del terrorismo que nacieron o murieron en Bilbao.