El Consejo Andaluz de Colegios de Enfermería y el sindicato Satse Andalucía han mantenido una reunión para analizar la situación actual de la Enfermería andaluza y «poner en común estrategias» que sirvan para «reforzar», entre otros aspectos, el desarrollo «efectivo» de la carrera profesional, ya que la Administración autonómica «mantiene paralizado el trámite de aprobación en el Consejo de Gobierno desde diciembre de 2023, cuando se acordó en Mesa Sectorial de Sanidad».
Del mismo modo, han reafirmado su colaboración para conseguir objetivos esenciales, entre ellos, la puesta en marcha de la actualización y unificación de las bolsas de enfermería y la implantación de las enfermeras escolares en todos los centros educativos andaluces.
En una nota de prensa, ambas entidades han defendido la necesaria clasificación de las enfermeras en el nivel profesional A, aspecto «crucial» de la reunión ya que se trata de una «anomalía» que «debe solventarse» con el apoyo de la Administración andaluza. Por tanto, han lamentado que los enfermeros andaluces «sigan encuadrados en un grupo que no reconoce su formación de grado ni el nivel profesional, situación que favorece que las enfermeras y enfermeros no puedan acceder a determinados puestos».
Se trata, según han explicado, de conseguir «sumar apoyos» en una reivindicación «justa», esto es, «conseguir que los enfermeros dejen de sufrir esta discriminación profesional y laboral. Desarrollan labores de gestión y dirección dentro del sistema sanitario andaluz, pero »sin garantías, sin seguridad ni reconocimiento profesional", han sostenido.
Con todo ello, los representantes de la Enfermería andaluza han exigido a la Administración andaluza «más protección y apoyo» para acabar con situaciones «aberrantes», ya que «hay enfermeros que dirigen Unidades de Gestión Clínica, pero tras su nombramiento son denunciados».
Por otro lado, tanto la institución colegial como el organismo sindical, han exigido el reconocimiento «real» de las especialidades y su «plena implantación» con el consiguiente desarrollo del mapa competencial, así como la implementación de las especialidades pendientes junto con sus unidades docentes.
Además, han recordado otra tarea «pendiente», como es el caso de los Diplomas de Acreditación y de Acreditación Avanzada, que contemplan un reconocimiento a nivel nacional para determinadas áreas que requieren de una formación más específica, y que permite «unificar» así las iniciativas que ya se están poniendo en marcha en algunas comunidades autónomas.