El secretario general del PSOE Aragón, Javier Lambán, ha asegurado a la salida del Comité Federal del PSOE que el acuerdo entre el PSC y ERC para dotar a Cataluña de una «financiación singular» «atenta contra la Constitución y contra una España cohesionada y unida» por el cambio estructural «absolutamente determinante» que plantea para «el futuro del país», lo que a su juicio supondría «ponerle la mecha» a esa especie de «bomba» que «lo haría saltar por los aires».
Con un hilo de voz a causa de su delicado estado de salud, Lambán ha comparecido ante los medios de comunicación en las inmediaciones de la sede de Ferraz tras la reunión preparatoria del 41º Congreso del Partido Socialista. Allí ha expresado de manera meridiana su rechazo al acuerdo por situarse «en las antípodas» de lo que tanto los socialistas como el resto de formaciones del arco parlamentario aragonés «hemos defendido siempre».
«Como aragonés, como ciudadano y como socialista me opongo radicalmente a este acuerdo que supone la confederalización del país», ha declarado, rotundo.
«No me he basado en opiniones ni en juicios de valor, he leído el texto como ha pedido Salvador Illa y lo he hecho en catalán y en castellano para no perderme absolutamente nada», ha puntualizado el líder de los socialistas, para quien la pretensión catalana de «asemejarse al concierto vasco» con la «plena soberanía fiscal y la relación bilateral con el Estado» es «inconstitucional», tal y como ha recordado que ya advirtió Josep Borrell.
Lambán ha criticado que el texto del acuerdo contemple que la comunidad vecina «concierte» cuánto dinero devuelve a España una vez recaude, inspeccione y disponga de capacidad normativa.
«Supone una quiebra y un debilitamiento de la solidaridad y de la cohesión porque significaría que la Generalitat ingresaría 30.000 millones más y la pérdida de varios miles de millones por parte del Estado la sufrirían lógicamente el resto de las comunidades autónomas, que tendrían que condenarse a sí mismas a rebajar la calidad de sus servicios o a subir los impuestos a sus ciudadanos», ha alertado.
Una solidaridad que, frente al Acuerdo de Granada en tiempos de Rubalcaba, «quedaría reducida a su mínima expresión», según ha advertido, por esa previsión de «ordinalidad», por la que «si soy el segundo aportando, tengo que ser el segundo recibiendo, lo que ha estimado como »la consagración de la insolidaridad".
«Es gravísimo porque el Gobierno central quedaría debilitado para garantizar la solidaridad y para desarrollar políticas económicas y financieras porque no hay un solo gobierno en el mundo que pierda el control sobre la fiscalidad del 28% del PIB, que es lo que esto significa», ha valorado.
No a la confederalización del país
Lambán también ha relativizado el ofrecimiento de Sánchez para que las comunidades autónomas gestionen más recursos: «Puede haber cambios coyunturales y que se inyecten millones, pero eso se debe a cuestiones de ciclo económico y habrá un momento en que eso no funcionará, pero lo que es estructural e irreversible es justamente esa modificación del statu quo de la financiación que significaría el concierto catalán».
Además, ha asegurado oponerse «radicalmente» a seguir el camino de «confederalización» del país, lo que está en las antípodas de la federalización: «Como aragonés, como ciudadano y como socialista me opongo radicalmente».
El expresidente aragonés ha explicado que en su discurso a sus compañeros ha situado a España y Aragón «muy por delante del partido». Una de las escasas voces discordantes junto a Page, ha explicado que «en Aragón, la financiación autonómica es una cuestión de Estado». «De hecho, mi posición, la de un dirigente del Partido Popular, de Chunta, de Izquierda Unida o de cualquier fuerza política, es la misma porque se basa en el Estatuto de Autonomía, porque lo hemos debatido hasta la extenuación y porque hemos fijado posiciones comunes en las Cortes de Aragón», ha subrayado.
Un gran acuerdo aragonés al que entre todos se le ha ampliado la base: «Hemos ampliado la plataforma de defensa de lo que pensamos, aliándonos con otras comunidades autónomas de parejeras características a la nuestra». Lambán se ha referido al Estatuto de Compostela, que en 2023 reunió a regiones de diferente color político para salvar las diferencias y acordar una posición común en materia de financiación.
«En el momento que se convoque el Consejo de Política Fiscal y Financiera, se pondrá de manifiesto esa posición común de los ocho porque entendemos que es una manera de entender España equilibrada, justa y solidaria», ha asegurado.
Un acuerdo estatal sobre la financiación de las regiones que ha situado «inexorablemente» en el marco del Consejo de Política Fiscal y Financiera: «Tanto en las Cortes de Aragón, como en León, en Zaragoza o en Santiago hemos rechazado siempre cualquier reforma de la financiación de manera unilateral, pensando siempre en que esto pudiera llegar alguna vez a ocurrir en el caso de la comunidad autónoma de Cataluña», ha recordado.
Lambán pide "reorientar" el debate
En ese sentido, ha planteado en el Comité Federal que el PSOE la declaración de Granada de Rubalcaba para «orientar el debate» de la necesaria reforma del Estado autonómico: «Si realmente lo queremos es convertir a España en un Estado federal», ha advertido, no sin recordar que el Rubalcaba planteó en primer lugar la reforma de la Constitución y luego alcanzar un pacto con el PP.
Por último, ha explicado que ha felicitado a Salvador Illa por haber alcanzado la presidencia y sus resultados electorales del PSC y del PSOE en Cataluña, aunque ha expresado su deseo de que ocurra lo mismo en otras regiones porque «mientras el PSOE y el PSC en Cataluña suben como la espuma, en el resto del territorio baja cada vez más, hasta el punto de que en este momento en España existe una parte pintada de rojo, que es Cataluña, y prácticamente el resto del territorio pintado de azul, y me temo que cada día ese azul va a ser más intenso», ha lamentado.
Una diferencia de resultados que ha achacado a «las políticas territoriales». «Si ya hemos tenido los resultados que hemos tenido con las políticas territoriales anteriores, sobre todo con la amnistía, con la sedición y demás, no quiero ni pensar el impacto que podría tener en la voluntad de los electores la aplicación de este concierto que pretenden los catalanes, que significa la quiebra absoluta de la soberanía fiscal española, que es algo que no es más que ponerle la mecha a esa especie de bomba que haría saltar por los aires al país», ha rematado a modo de advertencia.