Un estudio de la Universitat Politècnica de València (UPV) y la Universidad de Alicante (UA) revela que los pavimentos permeables pueden ser una herramienta «clave» para controlar la contaminación por microplásticos en entornos urbanos.
El trabajo, publicado en la revista 'Science of The Total Environment', ha sido realizado por Eduardo García, Carmen Hernández, Miguel Martín e Ignacio Andrés, investigadores del Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente de la UPV, junto a Alba Benito y Carlos Sanz, de la Universidad de Alicante.
El estudio parte de la realidad de que la creciente prevalencia de microplásticos en entornos urbanos genera preocupación por sus efectos negativos en los ecosistemas y la salud humana. De hecho, la escorrentía urbana se considera un vector importante de contaminación por microplásticos de las masas de agua, debido al arrastre de estas partículas durante episodios de precipitaciones.
En respuesta a esta problemática, la investigación ha evaluado, a escala laboratorio, la eficacia de los pavimentos permeables para controlar los microplásticos en entornos urbanos, incluyendo las partículas procedentes del desgaste de neumáticos, las cuales representan entre el 5 y 10% de todo el plástico que llega a los océanos.
«Los resultados determinan que los pavimentos permeables logran eficiencias de retención de microplásticos entre el 89% y próximas al 100% gracias a la estructura porosa de su superficie y a los geotextiles que incorporan», según explica Eduardo García, autor principal de la investigación.
De hecho, el estudio permitió comprobar que los microplásticos de tipo fragmento fueron susceptibles de quedar retenidos en la superficie permeable, mientras que los catalogados como fibras, se encontraron retenidos principalmente en los geotextiles.
«La implementación de pavimentos permeables en nuestras ciudades representa una solución innovadora y prometedora para la gestión sostenible de aguas pluviales y la disminución de la contaminación difusa en entornos urbanos», afirma el investigador del IIAMA.
Este estudio ofrece información para optimizar el diseño de pavimentos permeables, con el objetivo de reducir la contaminación por microplásticos en áreas urbanas y proteger los ecosistemas naturales.
Los trabajos realizados en el laboratorio destacan el papel significativo en la captura de microplásticos que tienen las estructuras de pavimento permeable que comprenden dos capas de geotextil, (empleadas normalmente cuando se busca infiltrar en el acuífero), ya que muestran mayores eficiencias de retención que las estructuras con una sola capa (para almacenamiento temporal).
Un aspecto a destacar tras los análisis es que no se observaron partículas desprendidas de los geotextiles (de material plástico) en los efluentes de los pavimentos permeables estudiados, por lo que se descarta al propio geotextil como fuente contaminante.
«No obstante, se recomienda una mayor investigación en el desarrollo y empleo de materiales no poliméricos, para sustituir potencialmente esta capa y reducir el uso de plásticos», afirman los autores del trabajo.
Por ello, la investigación señala que, para maximizar la retención de microplásticos, el diseño de un pavimento permeable debe incorporar dos capas de geotextil.
«En escenarios donde la infiltración no es factible, o cuando los pavimentos permeables se diseñan para almacenar y reutilizar el agua de lluvia, la tubería de drenaje debe estar envuelta con geotextil para asegurar la retención de partículas, siempre que se garantice una alta permeabilidad», determina el autor del estudio.
Mejora de la capacidad de tratamiento
Asimismo, el estudio preliminar de la incorporación de materiales adsorbentes en los pavimentos permeables, como el fango deshidratado procedente de planta potabilizadora, permitió comprobar que este material consigue mejorar la capacidad de retención de microplásticos procedentes de neumáticos. Esto supone abrir un nuevo camino en la investigación para la mejora de la capacidad de tratamiento de los pavimentos permeables.
«Futuras investigaciones también deberían enfocarse en la influencia de la intensidad y duración de la lluvia, así como de la porosidad de los materiales que componen a los pavimentos permeables, sobre la movilización de microplásticos presentes en la superficie urbana», concluyen los autores del estudio.