El delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad y segundo teniente de alcalde de Madrid, Borja Carabante, ha indicado este viernes que el Ayuntamiento de la capital descarta de momento incrementar el precio de la entrada en las piscinas públicas de la ciudad a los no empadronados, como están haciendo otras localidades, debido a que «no hay una presión» de visitantes que lo justifique.
En declaraciones a los medios en Moncloa-Aravaca, donde ha visitado el Viaje del Agua de Amaniel, las galerías subterráneas de agua en el Madrid de hace 400 años, el delegado ha recordado que se trata de una medida que entra dentro de la autonomía municipal y local que tiene cada Ayuntamiento para gestionar sus recursos públicos a la prestación de los servicios.
Una práctica que sí han comenzado a implantar otras localidades de la región como Pozuelo de Alarcón, Torrejón de Ardoz o Villalba. «En Madrid no se produce porque no hay una presión de las piscinas respecto de los visitantes o de personas que no están empadronadas», ha alegado Carabante.
Algo que sí ocurre, ha recordado, en el caso del tráfico rodado en la ciudad y que llevó al Consistorio a prohibir la circulación de vehículos de no empadronados en la capital. «Cada uno, en la autonomía local que le corresponde, toma aquellas decisiones para poder prestar los mejores servicios a los ciudadanos», ha insistido.
En cualquier caso, ha subrayado la libertad de cualquier municipio a adoptar medidas en caso de que la presión sea tan importante que se tenga que garantizar el derecho que tienen los residentes a acceder a esos recursos.