Los vecinos de los pisos superiores del edificio que sufrió una explosión en Fuencarral-El Pardo tardarán unos cuatro meses en poder regresar a sus hogares, mientras se trabaja en la recuperación de los suministros en el resto de viviendas para que sus inquilinos puedan volver cuanto antes.
Así lo ha explicado el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad y segundo teniente de alcalde de Madrid, Borja Carabante, en declaraciones a los medios en Moncloa-Aravaca, donde ha visitado el Viaje del Agua de Amaniel, las galerías subterráneas de agua en el Madrid de hace 400 años.
Una explosión de gas obligó a desalojar la madrugada del jueves a los vecinos del inmueble ubicado en la calle Arzobispo Morcillo, 42, en el barrio de la Paz. Una mujer de 75 años y su hija, de 42 años, se encuentran ingresadas en el Hospital de La Paz por quemaduras, mientras que otras tres personas con crisis de ansiedad.
Según ha explicado Carabante, los vecinos de las últimas plantas --de la 8 a la 13-- tardarán al menos 4 meses en poder regresar a sus viviendas tras ser desalojados por el colapso del ascensor y las escaleras, que permanecen inaccesibles.
«Técnicos de Control de Edificación están llevando a cabo ahora las tareas de desescombro, que durarán entre 10 y 12 días, y a partir de ahí la propiedad, a través del seguro, llevará a cabo las obras de rehabilitación, que según los servicios técnicos municipales durarán en torno a cuatro meses», ha explicado.
En cuanto al resto de los vecinos afectados, se está trabajando por parte de las compañías en el restablecimiento de suministros --luz, gas y agua-- con el objetivo de que puedan volver a sus viviendas lo antes posible.
Desde el Samur Social se ha ofrecido la colaboración a aquellos afectados sin solución habitacional. Según el delegado, no ha habido ninguna familia que haya pedido ningún recurso porque han podido lograr alternativas.