La Guardia Urbana de Barcelona ha detenido a 1.553 personas durante junio y julio, «la gran mayoría» por hurtos, y ha interpuesto 19.304 denuncias relacionadas con la ordenanza de convivencia, la mayoría por venta ambulante no autorizada y por consumo de alcohol en la calle.
Lo ha hecho en el marco del dispositivo de verano para reforzar la seguridad, que quiere evitar y controlar comportamientos que generen molestias a terceras personas, y que controla el uso intensivo de los espacios públicos, explica el Ayuntamiento en un comunicado este martes.
Este mismo martes se han incorporado 96 nuevos agentes en fase de prácticas procedentes de la 97 promoción, que acompañarán a otros agentes de más experiencia y que después serán nombrados agentes del cuerpo como funcionarios de carrera.
En septiembre también se incorporarán al Institut de Seguretat Pública de Catalunya las personas aspirantes correspondientes a la convocatoria de 128 plazas más, con previsión de que se incorporen al cuerpo en verano de 2025.
Con estas últimas incorporaciones, la plantilla de la Guardia Urbana podrá situarse «en máximos históricos, ligeramente por encima de los 3.500 efectivos», destaca el Ayuntamiento.